Indice de contenidos
- Tipos de efluvios
- Efluvio telógeno
- Otros tipos de efluvios
- El ciclo de crecimiento capilar
- Causas habituales del efluvio telógeno
- Síntomas y diagnóstico
- ¿Qué percibe el paciente?
- ¿Cómo se diagnostica?
- Duración y pronóstico
- Tratamiento del efluvio telógeno
- Diferencias entre efluvio y alopecia
- Prevención y cuidados del cabello
- Cuándo consultar a un especialista
Cada vez más mujeres notan que su melena se afina, pierde cuerpo o cae a mechones tras un periodo de estrés, un cambio hormonal o incluso una infección. Y no, no siempre se trata de alopecia. En muchos casos, hablamos de efluvio telógeno, una forma de caída capilar que, aunque alarmante, suele ser reversible.
Si has notado más pelo del habitual en la ducha o en tu cepillo, sigue leyendo: te contamos todo lo que necesitas saber para entender tu cabello y cuidarlo desde la raíz.
Tipos de efluvios
El primero es más común y menos agresivo, mientras que el segundo suele estar relacionado con tratamientos como la quimioterapia o intoxicaciones severas. Ambos afectan al ciclo natural del pelo, pero su causa, evolución y tratamiento son distintos.
Efluvio telógeno
Es el más habitual y, aunque su nombre suena complejo, es fácil de entender: se produce cuando un gran número de folículos capilares entran prematuramente en la fase de reposo (telógeno), provocando una caída difusa.
Puede aparecer de forma aguda (tras un evento puntual como el postparto o una fiebre alta) o crónica (si dura más de seis meses y no se detecta una causa clara).
Otros tipos de efluvios
Además del telógeno, encontramos el efluvio anágeno, menos frecuente, pero más agresivo. En este caso, el cabello se cae en plena fase de crecimiento debido a daños graves en el folículo, como ocurre en tratamientos oncológicos.
También existe el efluvio cicatricial, relacionado con enfermedades autoinmunes o infecciones severas que destruyen el folículo y pueden dejar zonas sin pelo permanente.
El ciclo de crecimiento capilar
Para entender los efluvios, hay que conocer las tres fases del ciclo del cabello:
- Anágena: crecimiento activo (dura entre 2 y 6 años).
- Catágena: transición (unas 2-3 semanas).
- Telógena: reposo (2-3 meses), tras la cual el cabello cae y se inicia un nuevo ciclo. En condiciones normales, el 85-90% de nuestro pelo está en fase anágena. Cuando ese equilibrio se altera, aparece el efluvio.
Causas habituales del efluvio telógeno
Los desencadenantes más comunes son:
- Cambios hormonales (como el postparto o la menopausia).
- Estrés emocional o físico intenso.
- Infecciones (como la Covid-19).
- Déficits nutricionales (especialmente de hierro y vitamina D).
- Medicamentos o intervenciones quirúrgicas.
- Dietas muy restrictivas o pérdida de peso brusca.
Lo habitual es que la caída comience entre 2 y 3 meses después de la causa que la provocó.
Síntomas y diagnóstico
¿Qué percibe el paciente?
La persona nota una pérdida de cabello más abundante de lo normal, de forma difusa (sin calvas concretas), especialmente al lavar, peinar o al despertar. Puede ser alarmante, pero rara vez conduce a una calvicie total.
¿Cómo se diagnostica?
El dermatólogo puede hacer una historia clínica detallada (revisando posibles causas) y pruebas como el pull test (tirar suavemente del cabello para observar si se desprende con facilidad) o una tricoscopia (una especie de “lupa” digital para observar el cuero cabelludo). En ocasiones se solicitan análisis de sangre para descartar carencias o alteraciones hormonales.
Duración y pronóstico
El efluvio telógeno agudo suele remitir de forma espontánea en 3 a 6 meses, una vez que se resuelve la causa desencadenante.En casos crónicos, puede persistir durante más tiempo, pero no implica destrucción del folículo, por lo que es reversible en la mayoría de los casos.
Tratamiento del efluvio telógeno
No existe un único tratamiento, ya que depende de la causa. Los suplementos nutricionales (biotina, hierro, zinc, vitamina D) pueden ayudar si hay carencias.
También son útiles los champús suaves, lociones con activos estimulantes (como el minoxidil en algunos casos) y evitar agresiones térmicas o químicas. Pero sobre todo, paciencia, el cabello tiene su ritmo y se necesita tiempo para notar mejoras visibles.
Diferencias entre efluvio y alopecia
A diferencia de la alopecia androgenética, que suele afectar zonas concretas (como las entradas o la coronilla) y tiene un componente hereditario, el efluvio se manifiesta como una pérdida difusa y temporal. Además, no destruye el folículo piloso, por lo que no implica una pérdida irreversible del cabello.
Prevención y cuidados del cabello
Mantén una dieta equilibrada rica en proteínas, hierro y vitaminas. Cuida tu cuero cabelludo como parte de tu rutina de belleza (exfoliaciones suaves, masajes estimulantes).Además, los expertos aconsejan evitar el uso excesivo de calor o productos agresivos. Si atraviesas una etapa de mucho estrés, busca herramientas para gestionarlo: meditación, descanso adecuado o apoyo emocional.
Cuándo consultar a un especialista
Si la caída dura más de 3-4 meses, si notas zonas despobladas o si te afecta emocionalmente, es momento de acudir al dermatólogo. Cuanto antes se evalúe el origen, más fácil será poner solución.
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Preguntas frecuentes (FAQs)
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¿Qué es el efluvio telógeno?
Es una forma de caída capilar difusa y temporal que se produce cuando muchos folículos capilares entran prematuramente en fase de reposo (telógeno). Es reversible en la mayoría de los casos.
Cómo sé si tengo efluvio telógeno y no alopecia?
El efluvio provoca una caída de cabello generalizada, sin calvas específicas. En cambio, la alopecia suele ser localizada (entradas, coronilla) y a menudo es permanente. El diagnóstico lo debe hacer un dermatólogo.
¿Se puede tratar el efluvio telógeno?
Sí. El tratamiento depende de la causa. Puede incluir suplementos nutricionales, lociones capilares (como minoxidil en algunos casos), champús suaves y evitar agresiones térmicas o químicas.
¿Cuánto dura el efluvio telógeno?
El efluvio agudo suele durar de 3 a 6 meses. Si persiste más allá de ese tiempo, se considera crónico, aunque sigue siendo reversible.