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Todo un secreto a voces en el mundo de la belleza natural, el aceite de almendras es uno de los más antiguos y populares en el mundo de la cosmética natural, extraído directamente de las semillas del almendro dulce (Prunus amygdalus dulcis).
Condierado como un verdadero tesoro líquido, el aceite vegetal es conocido por su textura ligera como la seda, su alto poder hidratante y su suavidad al entrar contacto con la piel que te envuelve en una sensación de pureza.
Tiene una composición rica en ácidos grasos esenciales, que son el mejor alimento para tu piel, vitaminas, que la miman y la protegen, y minerales, que la mantienen equilibrada.
Por todo ello, es un ingrediente fundamental en tratamientos de belleza facial, corporal y capilar cargado de cosas buenas y, a continuación, te vamos a contar los principales beneficios del aceite de almendras que lo hacen único.
¿Qué es el aceite de almendras?
Piensa en esas almendras que tanto te gustan, esas que crujen al morderlas y te dan energía. Pues bien, el aceite de almendras se obtiene directamente de las almendras, mediante un proceso súper delicado que se llama presión en frío.
¿Por qué en frío? Pues para conservar todas las maravillosas propiedades del aceite de almendras intactas, sin que el calor las estropee. El resultado es un líquido dorado, a veces con un tono un poquito más pálido, con ese olor sutil que te comentaba.
Y aquí viene lo interesante, y es que la composición del aceite de almendras es una auténtica maravilla, ya que está repleto de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que son como un chute de hidratación y nutrición para tu piel.
Además, es un festín de vitaminas A, B1, B6 y, sobre todo, vitamina E, que es un antioxidante potente que nos ayuda a luchar contra esos radicales libres que nos quieren robar la juventud. ¡Y todo esto junto le da unas propiedades regeneradoras, calmantes e hidratantes de lo más potentes!
Propiedades del aceite de almendras
Ahora que sabemos en qué consiste, vamos a analizar sus principales propiedades y a contarte para qué es bueno el aceite de almendras:
Hidratante y emoliente:
¡Esta es su carta de presentación! Lo primero que hay que destacar son las propiedades del aceite de almendras para la piel, que ayuda a que se mantenga suave como el terciopelo, flexible para que no se sienta tirante, y la protege creando una barrera natural contra las agresiones externas.
Antiinflamatorio:
El aceite de almendras puede ser tu gran aliado si tienes la piel sensible, se irrita con facilidad o se pone rojita. Tiene propiedades que calman esas irritaciones y rojeces, dejando tu piel más tranquila y confortable.
Regenerador celular:
Aquí es donde entra en juego su poder antiedad, que ayuda a que las células de tu piel se renueven, favoreciendo la reparación de pequeños daños y previniendo esos signos de envejecimiento que a veces nos preocupan, como las líneas de expresión.
Reparador capilar:
El aceite de almendras nutre el cabello en profundidad, desde la raíz hasta las puntas, devolviéndole ese brillo bonito y esa elasticidad que hace que se mueva con gracia.
Alivia molestias:
¿Te pica la piel, te has quemado un poquito al sol o estás notando esas estrías del embarazo? El aceite de almendras tiene un efecto calmante que puede aliviar estas molestias y ayudar a que la piel se recupere mejor.
Usos del aceite de almendras
Ahora viene lo realmente interesante: ¿cómo utilizar el aceite de almendras? Sigue leyendo y descubre cómo puedes aprovechar todas sus propiedades y beneficios.
Aceite de almendras para la piel
Hidratación diaria: Después de la ducha, con la piel todavía un poquito húmeda, aplícate unas gotas de aceite de almendras por todo el cuerpo. ¡Verás qué suavidad!
Prevención de estrías: Para las futuras mamás (y para cualquiera que quiera mejorar la elasticidad de su piel), masajear suavemente el abdomen, los muslos y el pecho con aceite de almendras puede ser un gran aliado.
Pieles atópicas o con eccemas: Suaviza, calma el picor y ayuda a regenerar esas zonas más delicadas. ¡Un alivio natural!
Desmaquillante natural: Unas gotitas en un disco de algodón y adiós al maquillaje, incluso el más resistente. ¡Y sin resecar la piel!
Aceite de almendras para el cabello
Mascarilla capilar: De medios a puntas, aplica una buena cantidad de aceite de almendras, déjalo actuar media hora (o incluso toda la noche si quieres un tratamiento intensivo) y luego lava tu pelo como de costumbre. ¡Notarás la diferencia!
Cuero cabelludo seco: Si sientes picazón o ves descamación, un masaje suave con aceite de almendras puede calmarlo y nutrirlo.
Serum capilar: Aplica unas pocas gotas en las puntas después de peinarte y te darán brillo, además de ayudarte a controlar el encrespamiento.
Como ves, el aceite de almendras es mucho más que un simple aceite; es un aliado natural que te ayuda a cuidar tu piel y tu cabello, apto para toda la familia y súper fácil de incorporar en tu día a día.
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