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El acné vulgar es la afección de la piel más común, que afecta principalmente a personas jóvenes, de entre 15 y 30 años, y al rostro, aunque puede aparecer a cualquier edad y en cualquier parte del cuerpo en función de cada caso.
Un trastorno de la piel que aparece a causa de la obstrucción de los folículos pilosos con células muertas o con grasa, en este post te vamos a contar qué es el acné vulgar, por qué aparece y cómo tratarlo, con el objetivo de que puedas prevenirlo, combatirlo y eliminarlo del modo más eficaz.
¿Qué es el acné vulgar?
El término «acné vulgar» se refiere al tipo más común de acné, que afecta a la gran mayoría de las personas en algún momento de sus vidas.
También conocido simplemente como «acné común», este tipo de acné se caracteriza por la aparición de diferentes lesiones en la piel, como comedones, pápulas, pústulas y, en algunos casos, nódulos.
Consiste en un proceso inflamatorio propio de la adolescencia, aunque cada vez son más las personas adultas que lo padecen, especialmente, mujeres. Según los estudios, más del 80% de la población tendrá acné en algún momento a lo largo de sus vidas.
Muy fácil de identificar, son puntos blancos, espinillas y pequeños granos que aparecen principalmente en el rostro y, en menor medida, en otras zonas como la espalda, los hombros y el pecho.
Causas del acné vulgar
Es importante destacar que se trata de un trastorno multifactorial, lo que significa que las causas del acné vulgar pueden ser diferentes, siendo estas las más habituales:
- Hiperproducción sebácea: exceso de producción de materia grasa (sebo), lo que produce un taponamiento de los folículos pilosos, sobre los que aparece la inflamación e infección.
- Bacterias: la proliferación de bacterias como la cutibacterium acnes, que se encuentra en las glándulas sebáceas, puede provocar la aparición del acné.
- Alteración de la microbiota cutánea: provoca el acné a causa de la disminución de la riqueza bacteriana.
- Trastornos hormonales: los andrógenos son hormonas que aumentan durante la pubertad, provocando el agrandamiento de las glándulas sebáceas y una mayor producción de sebo. Así mismo, los cambios hormonales durante la madurez también pueden provocar brotes de acné, especialmente en las mujeres.
- Medicamentos: consumo de ciertos medicamentos que contienen corticosteroides, testosterona o litio.
- Alimentación: el consumo de ciertos alimentos, especialmente aquellos ricos en carbohidratos, como el pan, la bollería o las patatas fritas, pueden empeorar el acné.
- Estrés: se ha demostrado que el estrés no produce acné, pero, un alto nivel de estrés sí puede empeorarlo.
Síntomas del acné vulgar
Aunque pueden variar en función del grado de la afección, estos son los principales síntomas del acné vulgar que ayudan a identificarlo:
- Comedones: lesiones no inflamatorias que pueden ser abiertas (puntos negros) o cerradas (puntos blancos). Se forman cuando los folículos pilosos se obstruyen con sebo y células muertas de la piel.
- Pápulas: pequeñas protuberancias elevadas y rosadas en la piel que resultan de la inflamación e irritación de los folículos pilosos.
- Pústulas: son lesiones inflamatorias llenas de pus, que se presentan como protuberancias rojas con un centro blanco o amarillo en la parte superior.
- Nódulos: lesiones más grandes y profundas que se forman debajo de la superficie de la piel. Pueden ser dolorosos y a menudo no contienen pus, dejando cicatrices si no se tratan adecuadamente.
Tratamiento del acné vulgar
Por lo general, el acné vulgar no necesita tratamiento médico, ya que no se trata de un problema grave, pero sí desde el punto de vista cosmético, con el objetivo de conseguir una piel más saludable y un rostro limpio, libre de impurezas .
Las cremas para el acné son el mejor tratamiento del acné vulgar, ayudando tanto a prevenirlo como a combatirlo. Las más recomendables son aquellas que contienen principios activos con propiedades antiinflamatorias como el ácido azelaico, niacinamida, té verde o backuchiol.
Así mismo, antes de aplicar las cremas hay que limpiar la piel acneica con un limpiador facial suave, formulado con un nivel de tensioactivos muy bajo, que permita limpiar la piel sin resecarla.
Es importante no frotar ni abusar de los exfoliantes y otros productos astringentes, ya que si sobresaturamos la piel, es posible que se produzca el efecto contrario, aumentando la producción de grasa y aumentando el riesgo de sufrir otro brote de acné.
Preguntas frecuentes (FAQs)
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¿Qué es el acné vulgar y cuál es su prevalencia?
El acné vulgar es la forma más común de acné, afecta principalmente a personas jóvenes (15-30 años), aunque puede aparecer a cualquier edad. Más del 80% de la población experimentará acné en algún momento de su vida.
¿Cómo identificar los síntomas del acné vulgar?
Los síntomas incluyen comedones (puntos negros y blancos), pápulas (pequeñas protuberancias rosadas), pústulas (lesiones inflamatorias llenas de pus), y nódulos (lesiones más grandes y profundas).
¿Es posible tratar el acné vulgar sin medicamentos?
Sí, en muchos casos el acné vulgar se puede tratar eficazmente sin medicamentos. Las cremas para el acné, una buena higiene facial y cambios en el estilo de vida son a menudo suficientes.
¿Cómo elegir el limpiador facial adecuado para la piel acneica?
Se recomienda un limpiador facial suave con un nivel bajo de tensioactivos para limpiar la piel sin resecarla. Evitar frotar y abusar de exfoliantes es clave para el cuidado de la piel acneica.