Cómo elegir el biberón perfecto para tu bebé

Si estás leyendo esto, probablemente estés en esa etapa en la que te asaltan mil dudas sobre cómo alimentar a tu bebé. Ya sea porque vas a combinar lactancia materna y artificial, porque has decidido optar por leche de fórmula desde el principio o porque necesitas un biberón de apoyo, hay algo claro: no todos los biberones son iguales, y elegir el adecuado puede marcar una gran diferencia en el confort (y en la digestión) de tu peque. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para elegir el biberón perfecto desde el primer día.

¿Cómo seleccionar un biberón?

Cuando hablamos de un biberón recién nacido,   lo primero que debes tener en cuenta es el tamaño: lo ideal son biberones pequeños (90-150 ml),   ya que las tomas durante las primeras semanas son más frecuentes, pero de menor cantidad.

En cuanto al material, los más comunes son:

• Plástico (polipropileno libre de BPA): ligeros, irrompibles y fáciles de encontrar.
• Vidrio: más ecológicos, resistentes al calor y fáciles de esterilizar, aunque algo más pesados.
• Silicona médica: suave, flexible y ligera, aunque menos común.

La forma también influye. Los biberones rectos son más fáciles de limpiar, mientras que los ergonómicos o curvos ayudan a mantener una mejor posición durante la toma y evitan que el aire entre con facilidad.

¿Qué es un biberón recién nacido anticólicos?

Uno de los factores que más preocupa a las madres primerizas (y con razón) es evitar los cólicos. Un biberón recién nacido anticólicos está diseñado específicamente para reducir la cantidad de aire que el bebé traga al succionar. ¿Cómo lo consigue?   Gracias a válvulas especiales o sistemas de ventilación internos que equilibran la presión dentro del biberón y evitan la formación de burbujas.  

Según la Asociación Española de Pediatría, aunque no todos los cólicos pueden evitarse, el uso de biberones anticólicos puede reducir significativamente los síntomas como gases, llanto inconsolable o regurgitación excesiva.

¿Cómo saber qué tetina de biberón usar?

La tetina es el punto de contacto directo entre el bebé y el biberón, por lo que su elección es clave. Aquí entran en juego varios factores:

Material

• Silicona: transparente, más firme y duradera.
• Látex: más blanda y natural, pero se deteriora antes y puede provocar alergias.

Forma

• Redonda o tradicional: más común y fácil de aceptar por la mayoría de los bebés.
• Anatómica: se adapta al paladar del bebé.
• Plana o fisiológica: pensada para simular el pezón materno, ideal si combinas pecho y biberón.

Flujo

El flujo hace referencia a la cantidad de leche que sale por la tetina.   Para un biberón recién nacido, lo recomendable es empezar por un flujo lento para evitar atragantamientos o digestiones pesadas.   A medida que el bebé crece, podrás ir subiendo a flujo medio o rápido según su necesidad.

Una recomendación de experto es observar al bebé durante la toma. Si se atraganta o derrama leche por los lados, el flujo puede ser demasiado rápido. Si parece frustrado o tarda mucho en terminar, quizá necesite uno más rápido.

Otros detalles del biberón a tener en cuenta

• Sistema de limpieza: cuanto más sencillo, mejor. Busca biberones con boca ancha que faciliten su lavado y que sean compatibles con esterilizadores o lavavajillas.
• Compatibilidad: algunas marcas ofrecen tetinas y accesorios intercambiables entre diferentes modelos. Esto facilita la transición si decides cambiar de tipo de biberón más adelante.
• Libre de BPA y ftalatos: siempre comprueba que el material sea seguro para uso alimentario y apto para bebés.

Lo más importante es observar cómo responde tu bebé. Algunos aceptan cualquier tetina sin problema. Otros, en cambio, solo toleran ciertos modelos. No te frustres si tienes que probar más de uno. Lo bueno es que hoy existen opciones muy variadas, con avances pensados específicamente para cuidar la salud digestiva y el bienestar de tu peque.