Errores comunes al extraer espinillas en la cara y cómo evitarlos

Admitámoslo: pocas cosas generan tanta tentación como una espinilla en mitad de la frente justo antes de una cita, una reunión o una selfie. Y sí, todas hemos caído alguna vez en la trampa de acercarnos al espejo, apretar sin piedad y acabar con una zona roja, inflamada y con pinta de que va a tardar más en desaparecer. La extracción de espinillas en la cara es un gesto más común de lo que pensamos, pero también uno de los más maltratados. ¿La buena noticia? Hay formas seguras (y efectivas) de hacerlo sin dañar la piel ni empeorar el problema.

En este post te contamos qué son realmente las espinillas, por qué salen, cómo extraerlas correctamente, los errores más frecuentes que deberías evitar a toda costa y cómo prevenirlas desde la raíz con una rutina que funcione.

¿Qué son las espinillas y por qué salen?

Técnicamente, se llaman comedones y se forman cuando los poros se obstruyen con sebo, células muertas y suciedad. Su aparición puede estar relacionada con cambios hormonales, el estrés, la alimentación o, simplemente, una genética rebelde.

El problema es que, aunque son pequeñas, dan muchas ganas de apretarlas. O dicho de una manera más fina: queremos hacernos una extracción de espinillas en la cara. Y ahí es cuando empieza el drama cutáneo.

Métodos seguros para la extracción de espinillas

Antes de dejarte llevar por el impulso de exprimirlas frente al espejo, respira hondo. La extracción de espinillas en la cara debe hacerse con conocimiento (y mucho mimo). Lo más seguro es acudir a una esteticista profesional que utilice técnicas higiénicas y herramientas específicas. Si decides hacerlo tú en casa, asegúrate de:

  • Tener las manos limpias y desinfectadas.
  • Utilizar pañuelos o gasas estériles para no tocar la piel directamente.
  • Abrir los poros con vapor (por ejemplo, tras una ducha caliente).
  • Usar un extractor de comedones de acero inoxidable y desinfectado.
  • No insistir si la espinilla no sale con facilidad.

Errores frecuentes en la extracción de espinillas

Aquí viene el verdadero meollo del asunto. Estos son los errores más comunes (y peligrosos) que muchas cometemos:

  • Extraer con las uñas sucias: no solo dañas la piel, sino que introduces bacterias. Resultado: más granos, rojeces y hasta infecciones.
  • Manipular espinillas inflamadas o internas: esas que duelen y apenas se ven. Si las fuerzas, puedes provocar lesiones profundas y cicatrices.
  • Olvidar la desinfección después: la piel queda vulnerable y es crucial aplicar un tónico calmante o un antiséptico suave.
  • Explotar por impulso y sin control: hacerlo sin técnica puede reventar los poros, dejar manchas y empeorar la situación.
  • Repetir el proceso en la misma zona: el exceso de manipulación irrita y agrava la inflamación.

Cómo prevenir la aparición de espinillas

Lo mejor que puedes hacer por tu piel es evitar que lleguen a salir. ¿Cómo? Con una rutina de cuidado constante, equilibrada y adaptada a tu tipo de piel. Estos son los básicos imprescindibles:

  • Limpieza suave dos veces al día (mañana y noche).
  • Exfoliación química (con BHA o AHA) una o dos veces por semana.
  • Hidratación ligera y no comedogénica.
  • Uso diario de protector solar, incluso si no sales de casa.

Rutina diaria para prevenir espinillas

Prevenir la aparición de espinillas empieza con una rutina de cuidado facial constante y bien pensada.

Por la mañana, lo ideal es comenzar con una limpieza suave que elimine el exceso de sebo y las impurezas acumuladas durante la noche.

A continuación, conviene aplicar un tónico que equilibre el pH de la piel y ayude a mantener los poros limpios. Un sérum con activos como niacinamida o zinc puede marcar la diferencia, ya que regula la producción de grasa y calma las posibles rojeces.

Después, la piel necesita hidratación, incluso si es grasa. Las texturas ligeras tipo gel o emulsión oil-free son perfectas para mantener la piel nutrida sin obstruir los poros.

Y, por supuesto, no puede faltar el protector solar. Aunque no lo parezca, el sol puede agravar el acné y dejar manchas difíciles de tratar si no se protege adecuadamente la piel todos los días, incluso cuando está nublado o si trabajas frente a una ventana.

Por la noche, la rutina sigue un esquema parecido, pero aquí puedes aprovechar para introducir activos más potentes, como el retinol o los ácidos exfoliantes, que ayudan a renovar la piel y evitar la formación de nuevas imperfecciones.

La clave está en ser constante, elegir productos adecuados a tu tipo de piel y, sobre todo, no sobrecargarla. Menos es más cuando se trata de evitar granitos. Esta rutina ayuda mucho con la extracción de espinillas en la cara.

Productos recomendados para pieles con tendencia acneica

Cuando se trata de cuidar una piel con tendencia a las espinillas, la elección de los productos adecuados marca toda la diferencia.

La limpieza es fundamental: los geles limpiadores específicos para piel grasa o mixta, formulados con ingredientes como el ácido salicílico o el zinc, ayudan a eliminar el exceso de sebo sin agredir la barrera cutánea.

También son clave los tónicos que regulan el pH y contienen activos calmantes o exfoliantes suaves, ideales para mantener los poros limpios sin causar irritación.

A la hora de hidratar, es importante optar por cremas o lociones no comedogénicas, de textura ligera, que aporten agua pero no grasa. Las fórmulas oil-free o en gel suelen ser las más adecuadas para este tipo de piel.

Además, incorporar un tratamiento localizado con activos purificantes puede ayudar a controlar los brotes puntuales.

Para el día, el protector solar debe ser de acabado seco, libre de aceites, y específicamente formulado para pieles propensas al acné, ya que muchos filtros solares pueden obstruir los poros si no están bien seleccionados.

Por último, las mascarillas purificantes a base de arcillas o carbón activado pueden usarse una o dos veces por semana para mantener la piel limpia y fresca, siempre evitando el efecto rebote que puede producir una limpieza excesiva.

En definitiva, lo ideal es construir una rutina equilibrada, con fórmulas suaves pero eficaces, que respeten la piel sin saturarla. Y, sobre todo, no hace una extracción de espinillas en la cara sin saber cómo hacerlo.

Mitos y verdades sobre la extracción de espinillas

“Si la exprimes, desaparece antes”. Falso. Muchas veces, el grano se inflama más.

“El sol seca los granos”. También falso. A la larga, el sol engrosa la piel y agrava el acné.

“Una buena limpieza los evita”. Cierto. Pero siempre con productos respetuosos, sin resecar ni irritar.

“Los poros se abren y cierran”. Falso. No tienen músculos. El vapor ayuda a ablandar el contenido, pero no los “abre”.

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Preguntas frecuentes (FAQs)

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¿Qué son las espinillas y por qué aparecen?

Las espinillas, también llamadas comedones, se forman cuando los poros de la piel se obstruyen con sebo, células muertas y suciedad. Pueden surgir por desequilibrios hormonales, estrés, mala alimentación o factores genéticos.

¿Es bueno apretar las espinillas?

No es recomendable apretar las espinillas sin una técnica adecuada. Esto puede provocar inflamación, infecciones, marcas o cicatrices en la piel.

¿Es verdad que el vapor abre los poros?

Falso. Los poros no tienen músculos, por lo tanto, no se abren ni se cierran. El vapor solo ayuda a ablandar la suciedad dentro del poro para facilitar la extracción de espinillas.

¿El sol seca los granos?

Falso. Aunque parece secar los granitos, el sol a largo plazo engrosa la piel, incrementa la producción de grasa y empeora el acné.

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