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Si te preocupa la aparición de varices o ya has notado las primeras arañitas vasculares asomando por tus piernas, estás a tiempo de actuar. Cambiar pequeños hábitos y seguir algunos consejos puede marcar la diferencia. Porque sí, prevenir las varices no es solo una cuestión de salud. También influye en cómo te sientes contigo misma, en tu seguridad cuando decides llevar shorts o ese vestido midi que tanto te gusta. Aquí va una guía práctica, directa y realista para saber cómo evitar las varices en las piernas y decirle adiós a esa pesadez tan incómoda.
¿Qué son las varices?

Su apariencia puede variar desde líneas finas en forma de telaraña hasta venas abultadas que sobresalen de la piel. Aunque son más comunes en mujeres, los hombres tampoco están exentos. Y aunque pueden tener un componente estético importante, lo cierto es que también pueden causar molestias, pesadez e incluso dolor.
¿Por qué aparecen las varices?

Detrás de su aparición hay muchos factores: la genética juega un papel importante, pero también lo hacen el sedentarismo, la obesidad, los embarazos, los cambios hormonales o pasar muchas horas de pie o sentada. El calor, el tabaco y algunos hábitos alimentarios tampoco ayudan. Y sí, los tacones altísimos y la ropa demasiado ajustada tampoco son aliados. Pero, por suerte, hay margen de maniobra.
Formas de prevenir las varices

Activa tu circulación
Moverse es clave. Caminar al menos 30 minutos al día, practicar natación o montar en bici ayuda a que la sangre fluya correctamente. Si pasas muchas horas sentada, intenta levantarte cada hora y dar unos pasos. Si estás en casa, incluso puedes hacer pequeños ejercicios como elevar los talones o mover los tobillos en círculos.
Ducha fría en las piernas
El agua caliente dilata los vasos sanguíneos. Por eso, es mejor terminar la ducha con un buen chorro de agua fría en las piernas. No solo activa la circulación, también tonifica y reduce la sensación de pesadez. ¿Otro must? Es un subidón de energía instantáneo.
Cuidado con los tacones
Lo ideal es alternar. Los tacones muy altos dificultan el retorno venoso, pero el calzado completamente plano tampoco es buena idea. Lo mejor es optar por zapatos con un tacón ancho de unos 3-4 cm, que ayudan a que los músculos de la pantorrilla trabajen mejor como “bomba venosa”.
Di sí a las medias de compresión
Han evolucionado mucho. Las hay cada vez más cómodas, bonitas y adaptadas a distintos grados de compresión. Son clave si ya tienes mala circulación o antecedentes familiares de varices. Úsalas especialmente cuando vayas a estar muchas horas sentada o de pie.
Eleva las piernas siempre que puedas
¿Viendo tu serie favorita? Aprovecha para poner las piernas en alto (a la altura del corazón o un poco más). Esto facilita el retorno venoso y alivia la hinchazón. También es recomendable dormir con las piernas ligeramente elevadas.
Vigila tu alimentación
Una dieta rica en fibra (para evitar el estreñimiento), frutas rojas (por su acción antioxidante), agua y baja en sal ayuda a evitar la retención de líquidos y mejora la salud vascular . Añade también alimentos con vitamina C y E, que favorecen la elasticidad de las venas.
Cuida tu peso
El sobrepeso ejerce una presión extra sobre las venas, dificultando la circulación. Perder esos kilos de más no solo ayuda a prevenir varices, también mejora la energía, la movilidad y, en definitiva, tu bienestar general.
¿Cómo prevenir las varices si trabajo de pie?

Si pasas la jornada laboral de pie (hola camareras, peluqueras, maestras…), tu riesgo de sufrir varices es mayor. Pero no todo está perdido. Aquí, algunas claves:
- Evita quedarte inmóvil. Cambia de postura siempre que puedas, flexiona rodillas, camina unos pasos si tienes oportunidad.
- Usa medias de compresión ligera aunque no tengas varices visibles: notarás las piernas menos cansadas al final del día.
- Calzado cómodo y anatómico. Invierte en zapatos de buena calidad que respeten la forma natural del pie.
- Masajes ascendentes. Al llegar a casa, date un masaje desde los tobillos hacia las rodillas con una crema para piernas cansadas (las que llevan extracto de vid roja o rusco son top).
Tratamientos disponibles para las varices

Cuando las varices ya han hecho acto de presencia, existen varios tratamientos médicos y estéticos para tratarlas. Entre los más comunes están:
- Escleroterapia: una técnica en la que se inyecta una sustancia en la vena para que se cierre.
- Láser vascular: ideal para las arañas vasculares más finas y superficiales.
- Cirugía o microcirugía de varices: en los casos más avanzados.
- Radiofrecuencia o endoláser: técnicas mínimamente invasivas que se realizan con anestesia local.
Eso sí, estos tratamientos deben ir siempre acompañados de cambios en los hábitos de vida para que los resultados sean duraderos.
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Preguntas frecuentes (FAQs)
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¿Qué son las varices y por qué aparecen en las piernas?
Las varices son venas dilatadas y retorcidas que aparecen principalmente en las piernas debido a una mala circulación sanguínea. Se forman cuando las válvulas venosas no funcionan correctamente, lo que provoca acumulación de sangre. Las principales causas de las varices incluyen predisposición genética, sedentarismo, sobrepeso, embarazo, cambios hormonales y pasar muchas horas de pie o sentada.
¿Qué calzado es el mejor para evitar las varices?
El calzado ideal para prevenir varices debe tener un tacón ancho de 3 a 4 cm. Evita los zapatos completamente planos o con tacones muy altos, ya que dificultan la circulación. Busca calzado anatómico, cómodo y que permita el movimiento natural del pie.
¿Son útiles las medias de compresión para prevenir las varices?
Sí, las medias de compresión mejoran el retorno venoso y reducen la sensación de pesadez en las piernas. Son especialmente recomendadas si trabajas muchas horas de pie o tienes antecedentes familiares de insuficiencia venosa. Puedes usarlas incluso si aún no tienes varices visibles.
¿Elevar las piernas ayuda a prevenir varices?
Sí, elevar las piernas a la altura del corazón o un poco más ayuda a drenar la sangre acumulada, alivia la pesadez y previene la hinchazón. Se recomienda hacerlo después del trabajo, durante el descanso o al dormir.