Look Monocromático: Cómo usar el mismo tono en ojos, labios y mejillas

El maquillaje monocromático ha conquistado pasarelas, editoriales y redes sociales. ¿Su secreto? La armonía perfecta entre tonos que se repiten en ojos, labios y mejillas, creando un efecto elegante, equilibrado y (sobre todo) muy favorecedor.

Es el tipo de look que parece minimalista, pero encierra mucha intención detrás: elegir bien el color, jugar con texturas y aplicar la dosis justa de luz. Ideal para quienes buscan un acabado natural sin complicarse demasiado, pero también para las que aman los resultados pulidos y con un toque artístico.

¿Qué es el maquillaje monocromático y por qué es tendencia?

El maquillaje monocromático ha pasado de ser una técnica de backstage a convertirse en uno de los looks más virales de la temporada. Y tiene sentido: pocas cosas resultan tan elegantes (y fáciles de coordinar) como elegir un solo color y aplicarlo en ojos, labios y mejillas.

“El secreto está en encontrar el tono que mejor se adapte a tu subtono de piel, y jugar con texturas para que el rostro no se vea plano”, explica Paula Aroca, maquilladora profesional y portavoz de Druni. Desde los rosas empolvados hasta los tonos melocotón o los bronces, el maquillaje monocromático tiene el poder de equilibrar el rostro y crear un efecto armonioso, sofisticado y fresco a la vez.

Esta tendencia triunfa porque se adapta a cualquier ocasión: funciona igual de bien con un acabado glowy de día que con una versión más intensa y satinada de noche. Además, favorece a todos los tonos de piel y es la mejor forma de conseguir un maquillaje coherente, sin esfuerzo y en tiempo récord.

Cómo hacer un maquillaje monocromático paso a paso

Dale vida al rostro

El primer paso para lograr un look monocromático impecable es preparar la piel. Una base ligera y luminosa marcará la diferencia. La maquilladora recomienda “hidratar bien antes de maquillar y aplicar un tinted moisturizer o base fluida para dejar entrever la textura natural de la piel”.

Después, elige un colorete en crema en el mismo tono que usarás en los ojos y labios. Aplícalo a toques sobre las mejillas y difumina con los dedos para lograr ese efecto jugoso que refleja la luz y da buena cara al instante.

Los tonos coral, terracota y rosados son los favoritos del momento, especialmente en pieles claras o medias. Si tienes la piel más morena, apuesta por marrones cálidos o rojizos: aportarán un efecto sunkissed ideal para otoño e invierno.

Miradas profundas

En los ojos, el maquillaje monocromático busca suavidad y cohesión, no exceso. La clave está en modular la intensidad: empieza con una capa de color suave sobre el párpado y refuerza la cuenca con la misma gama, pero un tono más oscuro. “Una sombra en crema o un blush líquido también funcionan en esta zona: se difuminan mejor y aportan un acabado más orgánico”, aconseja la experta.

Para definir la mirada sin romper la armonía, evita los delineados muy marcados y apuesta por difuminar lápices del mismo tono del look (por ejemplo, marrones o burdeos suaves). Termina con una capa de máscara que abra la mirada y potencie las pestañas, pero sin exagerar el volumen.

Labios más gruesos

En los labios, el truco está en mantener la textura en sintonía con el resto del rostro. Si tus mejillas tienen un acabado satinado, busca un labial cremoso o en bálsamo con ese mismo efecto. Para una versión más moderna, la maquilladora propone aplicar el producto con la yema del dedo y difuminar los bordes. “Así consigues un efecto manchado, natural y con volumen, sin perfilar”, desvela.

Si quieres realzar ópticamente los labios, añade un toque de gloss solo en el centro. No solo aportará luz, sino que también reforzará la idea de armonía del maquillaje monocromático.

Look monocromático: Técnicas y consejos

Frescor rosado

El maquillaje monocromático en tonos rosados sigue siendo el favorito en redes. Aporta juventud, ternura y un toque romántico que sienta bien a todos los tonos de piel. La maquilladora sugiere elegir una paleta de rosas con subtonos cálidos si buscas un look saludable, o fríos si prefieres algo más sofisticado.

“El truco está en jugar con el contraste de texturas: un blush cremoso, una sombra satinada y un labial mate crean profundidad sin romper la coherencia”, apunta la maquilladora.

Pestañas definidas

Aunque el foco está en el color, las pestañas no deben pasar desapercibidas. Una máscara que separe, alargue y defina será tu mejor aliada. “Cuando todo el maquillaje comparte el mismo tono, el contraste viene del juego de luces. Por eso, unas pestañas bien trabajadas equilibran el conjunto y aportan dimensión”, explica la experta.

Cómo usar el iluminador correctamente

El iluminador en el maquillaje monocromático es el toque final que da vida al rostro. Pero cuidado: no se trata de brillar por exceso. “Aplica el iluminador solo en los puntos estratégicos —pómulos, lagrimal y arco de Cupido— para mantener la naturalidad”, aconseja Paula Aroca. Opta por fórmulas cremosas o líquidas que se fundan con la piel, y evita los tonos demasiado fríos o metálicos para no romper la armonía del color principal.

Must-haves para un look monocromático

Si te apetece sumarte a esta tendencia, hay básicos que no pueden faltar en tu neceser:

• Coloretes en crema multifunción, como los que puedes aplicar en mejillas, labios y párpados en un solo gesto.
• Sombra líquida o stick en tonos melocotón, rosado o bronce, fácil de difuminar y de reaplicar durante el día.
• Gloss o bálsamo tintado, para dar un acabado natural y fresco a los labios.
• Iluminador fluido que potencie el tono elegido sin competir con él.

El maquillaje monocromático es inimalista, armónico y favorecedor, demuestra que menos es (definitivamente) más. Y lo mejor de todo, es que con un solo tono puedes conseguir infinitas versiones de ti misma.