Masajeadores de ojos: el gadget para reducir bolsas, ojeras y fatiga

Dormir ocho horas no siempre garantiza buena cara. Si te levantas con bolsas o la mirada cansada, los masajeadores de ojos se han convertido en el nuevo imprescindible beauty para devolver la frescura (y la luz) al contorno ocular. Este gadget combina tecnología y estimulación manual para mejorar el aspecto y la salud de la piel en esta zona tan delicada. Y sí, sus efectos van mucho más allá de una simple sensación de relax.

“Los masajeadores de ojos combinan tecnología y estimulación manual para mejorar la salud y el aspecto de la piel en el contorno ocular, aportando beneficios reales y visibles”, explican Marta Barrero y Elena Ramos, farmacéuticas, expertas en dermocosmética, directoras de The Secret Lab y portavoces de Druni.

Masajeador de ojos: beneficios más allá del relax

El principal efecto de estos dispositivos es el drenaje linfático. “Ayudan a movilizar líquidos y a reducir la hinchazón matutina, especialmente en personas con bolsas edematosas (por retención de líquidos)”, explican las expertas.

A esto se suma la estimulación de la microcirculación, clave para oxigenar los tejidos y mejorar el tono y color de la piel. “Activan el flujo sanguíneo y oxigenan los tejidos, lo que mejora el tono y el color de la piel, siendo muy efectivos contra las ojeras vasculares (tonalidad azulada o violácea)”, añaden.

Pero hay más, la vibración y el calor no solo relajan la musculatura, también facilitan la absorción de activos como el ácido hialurónico, la cafeína o los péptidos. “La vibración y el calor facilitan la penetración de ingredientes clave, potenciando su eficacia. Además, alivian la tensión en la zona del entrecejo y párpado inferior, lo que ayuda a prevenir la formación de arrugas dinámicas”, apuntan.

Cómo actúan sobre bolsas, ojeras y arrugas

A nivel circulatorio, “reactivan el drenaje venoso y linfático, dos procesos fundamentales para reducir la retención de líquidos y minimizar la apariencia de las ojeras”, cuenta las farmacéuticas. Según las expertas, la vibración o la termoterapia suave actúan “como un mini masaje profesional, estimulando los capilares que rodean los ojos”.

Y también tienen acción sobre la piel: “El masaje incrementa la temperatura local y la oxigenación, lo que favorece la penetración de los activos cosméticos y, a largo plazo, puede contribuir a la regeneración celular”, añaden.

¿Funcionan de verdad? La respuesta es sí, si se usan con constancia. “El efecto inmediato —una mirada más despierta y menos hinchada— se nota desde la primera aplicación, pero los beneficios reales y duraderos llegan con el uso continuado”, explican.

“Al mantener la microcirculación activa de forma diaria, los masajeadores pueden reducir progresivamente la pigmentación de las ojeras, mejorar la firmeza del párpado inferior y prevenir la aparición de líneas finas”, argumentan.

Eso sí, no hacen milagros. “No eliminan las bolsas de grasa estructurales (hereditarias) ni las ojeras profundas genéticas, pero sí mejoran significativamente su apariencia y la calidad general de la piel del contorno, lo que siempre resulta en una mirada más luminosa”, advierten las directoras de The Secret Lab.

Cómo y cuándo usar un masajeador de ojos

El truco está en integrarlo en la rutina diaria: “Lo ideal es utilizarlo una o dos veces al día (rutina de mañana y noche), durante entre 2 a 5 minutos por sesión (en total para ambos ojos)”, explican las expertas. Por la mañana, para drenar y descongestionar; y por la noche, para relajar y favorecer la absorción de activos antes de dormir.

También puedes personalizar su uso. “Si tu dispositivo lo permite, puedes guardarlo en la nevera para usarlo frío por la mañana. El contraste de temperatura potencia el drenaje y da un efecto lifting inmediato contra la hinchazón”, cuentan.

Eso sí, el gesto importa. “El contorno de ojos es extremadamente delicado, por lo que debemos evitar presionar demasiado. Los movimientos deben ser ligeros y siempre de dentro hacia fuera (desde el lagrimal hacia la sien) para favorecer el drenaje”, añaden.

Tecnologías que marcan la diferencia

Los masajeadores de ojos actuales combinan varias funciones en un mismo dispositivo. Según las farmacéuticas Marta Barrero y Elena Ramos, las más comunes son:

• Vibración sónica: estimula la circulación y relaja la tensión muscular. Ideal para bolsas y fatiga.
• Termoterapia (calor suave): mejora la penetración de activos y la elasticidad de la piel.
• Crioterapia (frío): descongestiona al instante y reduce la hinchazón matutina.
• Luz LED: la roja estimula colágeno, la azul calma y la ámbar ilumina.
• Electroestimulación (EMS): tonifica la musculatura periocular y trata la pérdida de firmeza.

“Si tu preocupación es la hinchazón (bolsas), elige un dispositivo con frío o vibración sónica drenante; si buscas reafirmar o atenuar arrugas, apuesta por LED rojo o EMS; y si tienes ojeras pigmentadas, lo ideal es combinar vibración con luz ámbar o azul”, aconsejan.

Cómo potenciar sus resultados

Para maximizar su efecto, lo ideal es acompañarlo de un contorno de ojos con ingredientes clave. “Nuestra recomendación es utilizar estos dispositivos como complemento a un buen contorno de ojos formulado con cafeína (drenante), péptidos (reafirmantes) o niacinamida (calmante) para potenciar exponencialmente los resultados”, señalan.

Eso sí, cuidado con mezclar. “No los uses justo después de aplicar ácidos, retinol o vitamina C pura, ya que la estimulación puede aumentar la sensibilidad, el escozor o la irritación. Es mejor usar el masajeador con un sérum simple de ácido hialurónico”, advierten.

Y si tu piel es muy sensible, “consulta antes con un especialista y, si lo utilizas, hazlo solo en modo frío y con la intensidad más baja”, concluyen.