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Hay temas de los que todavía cuesta hablar, y el olor vaginal es uno de ellos. Pero, seamos sinceras: todas las vaginas huelen, y eso es completamente normal. Lo que cambia —y lo que conviene conocer— es el tipo de olor y las circunstancias que pueden hacerlo más o menos intenso.
Entender qué es natural y qué no puede ayudarte a detectar a tiempo si algo no va bien o, simplemente, a reconciliarte con tu propio cuerpo sin tabúes.
¿Cómo debe oler la vagina?

El olor vaginal tiene su propio “equilibrio químico”. De manera natural, suele tener un aroma suave, ligeramente ácido o almizclado, que se debe al pH y a las bacterias buenas (los famosos lactobacilos) que habitan en la flora vaginal. Este ecosistema se encarga de mantener la zona protegida frente a infecciones y agentes externos. Por tanto, un olor leve no solo es normal, sino una señal de que todo está en orden.
Si el olor se vuelve fuerte, desagradable o cambia de manera repentina —por ejemplo, con notas a pescado, hierro o humedad—, puede ser una señal de que algo se ha alterado y conviene prestar atención.
Causas del mal olor vaginal

El olor vaginal puede variar por múltiples razones, y no todas tienen que ver con una infección. Algunas son completamente naturales y temporales, mientras que otras requieren revisión médica.
Causas normales
Ciclo menstrual y cambios hormonales
A lo largo del ciclo menstrual, las hormonas modifican tanto el flujo como el olor vaginal. Durante la ovulación, el aroma puede ser más fuerte o metálico debido a la mezcla de secreciones y sangre. También puede intensificarse antes o después de la regla, sin que ello signifique un problema.
Sexo
Después de mantener relaciones sexuales, es común notar un olor diferente. El contacto con el semen (que tiene un pH más alcalino) o con preservativos de látex puede alterar temporalmente el equilibrio natural de la zona. Bastan unas horas para que el olor vuelva a su estado habitual.
Alimentación
Sí, lo que comes también influye. Alimentos con olores muy característicos —como el ajo, la cebolla, el café o los espárragos— pueden modificar el aroma corporal, incluido el vaginal. Por el contrario, una dieta rica en frutas, verduras y agua ayuda a mantener el pH equilibrado y el olor más neutro.
Causas que requieren atención
Hay ocasiones en las que el olor vaginal no responde a causas naturales. Si además va acompañado de flujo anormal, picor, ardor o molestias, puede tratarse de una infección o alteración de la microbiota.
Vaginosis bacteriana
Es la causa más frecuente de mal olor vaginal. Se produce cuando las bacterias “malas” superan a las “buenas” y el pH se vuelve más alcalino. El síntoma más característico es un olor a pescado, sobre todo después del sexo. También puede aparecer un flujo grisáceo o blanquecino.
Tricomonosis y otras ITS
La tricomonosis es una infección de transmisión sexual provocada por un parásito. Se asocia a un olor fuerte, acompañado de flujo amarillento o verdoso y picor. Otras ITS, como la clamidia o la gonorrea, también pueden alterar el olor vaginal, por lo que es importante acudir al ginecólogo si hay sospecha.
Enfermedad inflamatoria pélvica
Cuando una infección no se trata a tiempo, puede extenderse hacia el útero y las trompas de Falopio. Esto se conoce como enfermedad inflamatoria pélvica y puede causar dolor abdominal, fiebre y un olor vaginal más intenso o desagradable. Es una situación que requiere atención médica inmediata.
Tipos de olor vaginal

- Suave o almizclado: normal y saludable.
- Metálico: habitual durante o después de la menstruación.
- A pescado: típico de la vaginosis bacteriana.
- Dulzón o afrutado: puede deberse a cambios hormonales o alimentación.
- Rancio o agrio: a veces aparece tras hacer ejercicio o pasar muchas horas con ropa ajustada.
- Putrefacto o muy fuerte: puede indicar la presencia de un cuerpo extraño, como un tampón olvidado.
¿Cómo se diagnostica el olor vaginal anómalo?

Si el olor persiste más de unos días, cambia repentinamente o va acompañado de otros síntomas, lo más recomendable es acudir al ginecólogo. El especialista puede realizar un examen físico y pruebas de laboratorio (como análisis del flujo) para identificar si hay una infección y determinar el tratamiento adecuado.
Tratamiento del mal olor vaginal

El tratamiento dependerá de la causa. En el caso de infecciones bacterianas o parasitarias, el médico puede recetar antibióticos o antifúngicos específicos. También se recomienda mantener una higiene íntima suave —sin jabones agresivos ni duchas vaginales— y usar ropa interior de algodón para favorecer la ventilación.
Para prevenir alteraciones, es clave mantener una rutina de cuidado íntimo equilibrada: lavar la zona con productos suaves, cambiar frecuentemente compresas o tampones durante la regla, y evitar el uso prolongado de ropa ajustada. Además, una dieta saludable y una buena hidratación ayudan a mantener el pH vaginal estable.
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Preguntas frecuentes (FAQs)
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¿Cuál es el olor normal de la vagina?
El olor normal de la vagina suele ser suave, ligeramente ácido o almizclado debido al pH y a las bacterias buenas que habitan en la flora vaginal.
¿Por qué puede cambiar el olor vaginal?
El olor vaginal puede variar debido a factores como el ciclo menstrual, cambios hormonales, actividad sexual, alimentación, entre otros.
¿Cuáles son las causas que requieren atención si hay un mal olor vaginal?
Causas como la vaginosis bacteriana, tricomonosis, otras infecciones de transmisión sexual o enfermedad inflamatoria pélvica requieren atención médica.
¿Cómo se diagnostica y trata el olor vaginal anómalo?
Se recomienda acudir al ginecólogo si el olor persiste o se acompaña de otros síntomas. El tratamiento dependerá de la causa, pudiendo incluir el uso de antibióticos, antifúngicos y cuidados de higiene íntima.