Olvídate de los ojos de panda, las manchas negras bajo el párpado y el drama del desmaquillante. Si eres de las que adoran las pestañas largas y definidas pero odian el momento de retirarse el rímel, la tubing mascara es —literalmente— tu nueva mejor amiga. Este tipo de máscara se ha convertido en uno de los mayores éxitos del maquillaje moderno: no mancha, no se corre y se elimina con agua templada. ¿Magia? No, ciencia cosmética.
¿Qué es una tubing mascara y por qué todas hablan de ella?

El término tubing viene del inglés tube, que significa “tubo”. Y no, no se refiere al envase, sino al efecto que produce en las pestañas. A diferencia de las máscaras tradicionales, que recubren las pestañas con pigmento y cera, las tubing mascaras envuelven cada pestaña con un polímero flexible que forma una especie de “film” o tubo microscópico.
Este tubo se adhiere perfectamente al pelo, alargando, curvando y separando las pestañas sin apelmazarlas. ¿El resultado? Una mirada definida y limpia durante todo el día, incluso si llueve, haces deporte o te emocionas viendo tu serie favorita.
La diferencia clave con una máscara tradicional

La principal ventaja de la mascara tubing está en su resistencia al agua y al sebo, pero sin necesidad de disolventes agresivos. Las máscaras waterproof suelen contener ceras y aceites que se fijan con fuerza, por lo que retirarlas requiere bifásicos o productos específicos.
En cambio, las tubing mascaras se eliminan solo con agua templada: al contacto con la humedad y el calor, los tubos se deslizan de la pestaña como pequeñas fibras. No hace falta frotar ni usar desmaquillantes. Simplemente se ablandan y se desprenden sin esfuerzo.
Por eso son perfectas para ojos sensibles, usuarios de lentillas o pieles reactivas. Además, al no tener que frotar, las pestañas se mantienen más sanas y fuertes.
Los beneficios que las han hecho virales

El fenómeno tubing mascara no es casualidad. Basta con probarla una vez para entender por qué ha revolucionado el maquillaje de ojos. Estos son sus principales beneficios:
- Cero manchas, cero grumos. No se corre ni se transfiere, incluso si tienes el contorno graso.
- Efecto pestañas infinitas. Al envolver el pelo, aporta longitud y definición real, sin apelmazar.
- Se elimina solo con agua. Una ducha o un algodón húmedo bastan para retirarla sin irritar.
- Ideal para ojos sensibles. Al no necesitar frotar ni desmaquillantes, reduce el riesgo de irritación.
- Duración impecable. Aguanta intacta durante horas sin cuartearse ni perder intensidad.
¿Cómo se usa una tubing mascara?

Su aplicación no difiere mucho de una máscara convencional, aunque hay algunos trucos para sacarle todo el partido.
Primero, asegúrate de que las pestañas estén limpias y secas (sin restos de crema o aceites). Después, aplica una o dos capas desde la raíz hasta las puntas con movimientos de zigzag. Notarás que la fórmula es más ligera y precisa, lo que permite construir el volumen poco a poco.
Una vez seca, el film flexible se fija totalmente. Y aquí viene la parte mágica, puedes pasar el día entero sin preocuparte de mancharte, incluso si tienes el párpado caído o usas gafas.
Cómo retirarla correctamente

Cuando llegue la noche, olvídate de los algodones empapados o los ojos irritados. Para eliminar una mascara de pestañas tubing, basta con mojar los dedos con agua templada y presionar suavemente las pestañas unos segundos.
Verás cómo los pequeños “tubitos” se desprenden de forma limpia, sin pigmento negro extendiéndose por toda la cara. Es una sensación curiosa la primera vez, pero adictiva a partir de entonces: no hay rastro de maquillaje, ni tirantez, ni pestañas rotas.
Las tubing mascaras más recomendadas

Hoy en día casi todas las firmas de maquillaje tienen su versión, desde las más profesionales hasta las de farmacia o low cost. Algunas destacan por aportar volumen extra, otras por su efecto alargador o por dejar un acabado ultra natural. Lo importante es que busques en la descripción palabras clave como “film-forming”, “polymer technology” o “tubing formula”.
Entre las favoritas de los maquilladores están las de marcas que apuestan por tecnología polimérica avanzada o cepillos de silicona que separan cada pestaña. Pero también hay opciones asequibles que funcionan igual de bien para el día a día, especialmente si buscas un look limpio y sin complicaciones.
¿A quién le va mejor este tipo de máscara?

La tubing mascara es ideal si:
- Tienes los ojos sensibles o usas lentillas.
- Vives en una ciudad húmeda o calurosa.
- Te maquillas cada día y quieres ahorrar tiempo al desmaquillarte.
- Odias el rímel que se cuartea o deja manchas en el párpado.
En resumen, si buscas una fórmula que resista a todo pero se retire sin esfuerzo, este tipo de máscara merece un sitio fijo en tu neceser. La tubing mascara combina lo mejor de dos mundos: la duración de una waterproof y la suavidad de una lavable.
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Preguntas frecuentes (FAQs)
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¿Qué es una tubing mascara y por qué es tan popular?
Una tubing mascara envuelve cada pestaña con un polímero flexible que forma un ‘film’ o tubo microscópico, proporcionando una mirada limpia y definida. Es popular por su resistencia al agua y su fácil remoción con agua templada.
¿Cuál es la diferencia clave entre una tubing mascara y una máscara tradicional?
La principal diferencia es que las tubing mascaras envuelven las pestañas en tubos microscópicos, mientras que las máscaras tradicionales recubren las pestañas con pigmento y cera. Además, las tubing mascaras se eliminan solo con agua templada.
¿Cómo se usa una tubing mascara de forma adecuada?
Para usar una tubing mascara, asegúrate de que las pestañas estén limpias y secas, aplica una o dos capas desde la raíz hasta las puntas con movimientos de zigzag y deja secar. No es necesario frotar ni usar desmaquillantes para retirarla.
¿A quién se recomienda usar una tubing mascara?
La tubing mascara es ideal para personas con ojos sensibles, usuarios de lentillas, quienes buscan resistencia al agua sin esfuerzo en la remoción, y para aquellos que desean un maquillaje duradero pero fácil de retirar.