¿Cómo tratar el sarpullido en las axilas?

También conocido como dermatitis axilar, el sarpullido en las axilas es una afección cutánea muy común que puede ser causada por una gran variedad de factores diferentes, como la fricción, la sudoración excesiva, la irritación o el contacto con alérgenos, que se caracteriza por la presencia de enrojecimiento, inflamación, picazón y, en los peores casos, pequeñas protuberancias o ampollas sobre la piel.

Aunque se trata de una afección no grave que puede tratarse fácilmente, una erupción cutánea en las axilas puede ser realmente molesta e incómoda, siendo importante prestarle la atención que se merece y tratarla para ponerle solución lo antes posible.

Causas del sarpullido en las axilas

Muy variadas en función de cada caso, estas son las causas del sarpullido en las axilas más comunes:

1. Fricción: el roce constante de la piel de las axilas con la ropa ajustada o áspera puede causar irritación y sarpullido.
2. Sudoración excesiva: la acumulación de sudor en las axilas puede obstruir los poros y provocar sarpullido, especialmente si la piel permanece húmeda durante períodos prolongados.
3. Irritación por productos químicos: algunos desodorantes, antitranspirantes, jabones o detergentes para la ropa pueden contener ingredientes que irritan la piel de las axilas, causando sarpullido.
4. Alergias: la piel de las axilas puede ser sensible a ciertos alérgenos presentes en productos cosméticos, textiles o ambientales, lo que desencadena una reacción alérgica y la aparición de sarpullido.
5. Foliculitis: la foliculitis es una inflamación de los folículos pilosos que puede ocurrir en las axilas debido a infecciones bacterianas o fúngicas, especialmente después de la depilación o el afeitado.
6. Tiña: la tiña es una infección fúngica de la piel que puede afectar las axilas y causar sarpullido, enrojecimiento y picazón.
7. Dermatitis de contacto: el contacto con sustancias irritantes o alérgenos, como detergentes, productos de limpieza o metales en la ropa, puede desencadenar una reacción inflamatoria en la piel de las axilas.
8. Infecciones bacterianas: las infecciones bacterianas, como el impétigo, pueden causar sarpullido en las axilas, especialmente si hay cortes o abrasiones en la piel que permiten que las bacterias ingresen y se multipliquen.
9. Hiperhidrosis: la hiperhidrosis o sudoración excesiva puede predisponer a la irritación y al sarpullido en las axilas debido a la humedad constante en la zona.
10. Dermatitis seborreica: esta afección cutánea crónica puede afectar las axilas y causar enrojecimiento, descamación y picazón en la piel debido a la sobreproducción de sebo y la presencia de hongos o levaduras en la piel.

Ahora que ya sabemos por qué sale el sarpullido en las axilas, vamos a ver los síntomas que nos ayudarán a detectarlo y diferenciarlo de otras afecciones.

Síntomas de una erupción cutánea en las axilas

Del mismo modo que las causas, los síntomas de un sarpullido rojo en las axilas dependerán de cada caso. Es importante que, en caso de que padezcas algunos de los siguientes síntomas de forma persistente, consulte a un dermatólogo especializado.

1. Enrojecimiento: la piel en las axilas puede volverse de color rojo intenso o rosado debido a la irritación.
2. Picazón: la picazón es un síntoma común del sarpullido en las axilas y puede variar en intensidad, desde leve hasta severa.
3. Inflamación: la piel afectada puede estar hinchada, caliente al tacto y sensibilizada.
4. Erupciones cutáneas: pueden aparecer pequeñas protuberancias, granos, ampollas o parches elevados en la piel de las axilas.
5. Descamación o descamación: la piel dañada puede pelarse o descamarse, especialmente si el sarpullido ha estado presente durante un período prolongado.
6. Sensación de ardor o dolor: algunas personas pueden experimentar una sensación de ardor o dolor en las axilas, especialmente cuando se irrita la piel al mover los brazos o al frotar la zona afectada.
7. Sensibilidad al tacto: también es probable que la piel se vuelva sensible al tacto, provocando dolor solo con rozarla.

Remedios para el sarpullido en las axilas

Para evitar la aparición del sarpullido en las axilas, lo más importante es mantener las axilas limpias y secas en todo momento. Debes lavarlas cada día con jabón, asegurándote de enjuagar bien la zona, y dejando que la piel se seque de forma natural, sin frotarla con una toalla y sin usar el secador, ya que de lo contrario, podrías aumentar la sudoración y la cantidad de bacterias que podrían desencadenar reacciones cutáneas.

Además, es importante evitar el uso de productos perfumados o con muchos químicos en las axilas. Para ello, revisa detenidamente los ingredientes de los productos que se aplican en las axilas, para así identificar posibles desencadenantes de reacciones alérgicas o irritaciones. Optar por productos sin perfume y libres de alcohol etílico, parabenos y colorantes puede ser beneficioso para la salud de la piel de las axilas.

Cuando las axilas están irritadas y enrojecidas, aplicar compresas frías puede proporcionar alivio inmediato, ayudando a reducir la inflamación, a calmar la piel y a disminuir la sensación de picazón y ardor.

Siguiendo estos consejos, es posible aliviar el sarpullido en las axilas. Sin embargo, si los síntomas persisten a pesar de estos cuidados, es importante ir al médico para obtener diagnóstico preciso y recibir el tratamiento más adecuado para resolver el problema.