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Si notas los párpados irritados, con pequeñas escamas o sensación de arenilla en los ojos, puede que estés sufriendo blefaritis, una afección tan común como molesta. Aunque su nombre suena técnico, la realidad es que afecta a muchas personas sin que lo sepan.
Aparece por una inflamación del borde de los párpados que, con una buena rutina de higiene ocular, puede mantenerse bajo control. Te contamos cómo identificarla, qué tipos existen y, sobre todo, cuál es el mejor tratamiento de la blefaritis para cuidar tus ojos día a día.
¿Qué es la blefaritis?

La blefaritis es una inflamación crónica del borde de los párpados, justo donde nacen las pestañas. Suele deberse a un exceso de bacterias, grasa o incluso a una disfunción de las glándulas que se encuentran en esa zona. Aunque no suele ser grave, sí puede resultar persistente, generando síntomas como picor, escozor, enrojecimiento o sensación de tener los párpados “pegajosos” al despertar.
A menudo, esta afección se asocia a otros problemas cutáneos, como la rosácea o la dermatitis seborreica, y puede empeorar por el estrés, los cambios hormonales o el uso de maquillaje inadecuado. La buena noticia es que una correcta rutina de higiene puede aliviarla de forma notable.
Tipos de blefaritis

No todas las blefaritis son iguales. Según la zona del párpado afectada y la causa principal, se distinguen varios tipos. Conocerlos te ayudará a entender mejor qué ocurre y cómo actuar.
Blefaritis anterior
Afecta la parte externa del párpado, justo donde nacen las pestañas. Suele deberse a una infección bacteriana (normalmente por Staphylococcus) o a una acumulación de grasa y piel muerta que forma pequeñas costras. En algunos casos, también puede estar relacionada con la presencia de ácaros llamados Demodex, muy comunes en los folículos pilosos.
Blefaritis posterior o disfunción de las glándulas de Meibomio
Este tipo compromete la parte interna del párpado, donde se ubican las glándulas de Meibomio. Estas glándulas se encargan de producir la capa lipídica de la lágrima, fundamental para evitar la evaporación del ojo. Cuando se obstruyen o inflaman, aparece sequedad, sensación de arenilla o lagrimeo excesivo.
Blefaritis rosácea
Está relacionada con la rosácea facial. Las personas que la padecen suelen tener la piel sensible y enrojecida, y esa misma inflamación puede afectar a los párpados, generando irritación, enrojecimiento y ardor.
Blefaritis mixta
Es la combinación más frecuente, en la que coexisten características de la blefaritis anterior y posterior. Requiere un cuidado más constante y completo para controlar los síntomas.
Síntomas de la blefaritis

Reconocer la blefaritis es clave para iniciar el tratamiento correcto. Algunos de los síntomas más habituales son:
- Picor o escozor en los ojos.
- Sensación de arenilla o cuerpo extraño.
- Párpados rojos e inflamados.
- Costras o escamas en la base de las pestañas.
- Sequedad ocular o lagrimeo excesivo.
- Molestias al usar lentillas o maquillaje.
En algunos casos, puede causar la caída de pestañas o la aparición de orzuelos recurrentes.
Tratamiento de la blefaritis

Aunque no existe una cura definitiva, la blefaritis puede controlarse muy bien con constancia y una correcta rutina de higiene ocular. Estos son los pasos esenciales que los especialistas recomiendan seguir cada día:
Límpiate los ojos a diario
La limpieza diaria de los párpados es la base del tratamiento de la blefaritis. Utiliza toallitas específicas para la higiene ocular o una solución limpiadora sin jabón, formulada para ojos sensibles. Humedece un disco de algodón con el producto y pásalo suavemente por el borde del párpado, desde el lagrimal hacia afuera. Realízalo por la mañana y por la noche para mantener la zona libre de grasa y bacterias.
Un truco que funciona es aplicar antes una compresa tibia durante unos minutos. El calor ayuda a ablandar las secreciones y facilita la limpieza.
Lubrícate los ojos
La sequedad ocular es una consecuencia habitual de la blefaritis, especialmente en la forma posterior. Por eso, los colirios o lágrimas artificiales son un complemento imprescindible. Escoge fórmulas sin conservantes y úsalas varias veces al día, especialmente si trabajas frente al ordenador o en ambientes secos.
Controla la caspa y los ácaros
Si la blefaritis está relacionada con la dermatitis seborreica o los ácaros Demodex, es importante tratar ambos factores. En el primer caso, los champús anticaspa suaves pueden ayudar a reducir la descamación del cuero cabelludo y las cejas. En el segundo, existen productos específicos que ayudan a eliminar los ácaros y prevenir su proliferación.
Además, evita maquillarte los ojos durante los brotes y asegúrate de desmaquillar completamente las pestañas cada noche. Mantén tus brochas y aplicadores limpios, y renueva las máscaras de pestañas cada tres meses.
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Preguntas frecuentes (FAQs)
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¿Qué es la blefaritis y cuáles son sus síntomas?
La blefaritis es una inflamación crónica del borde de los párpados que puede causar picor, escozor, enrojecimiento, costras, sequedad ocular y molestias al usar lentillas o maquillaje.
¿Cuáles son los tipos de blefaritis que existen?
Se distinguen la blefaritis anterior (afecta la parte externa del párpado), posterior o disfunción de las glándulas de Meibomio, rosácea y mixta (combinación de anterior y posterior).
¿Cuál es el tratamiento recomendado para la blefaritis?
El tratamiento incluye una correcta rutina de higiene ocular con limpieza diaria de los párpados, uso de lágrimas artificiales, control de caspa y ácaros, y evitando el uso de maquillaje durante los brotes.
¿Cómo puedo aliviar los síntomas de la blefaritis en casa?
Puedes aplicar compresas tibias en los ojos para ablandar secreciones, utilizar colirios sin conservantes, champús anticaspa suaves y productos específicos para eliminar ácaros, además de mantener una correcta higiene de tus ojos y maquillaje.