Eccema dishidrótico: causas y tratamiento

El eccema dishidrótico es una afección cutánea que se manifiesta con la formación de pequeñas ampollas llenas de líquido en las manos y los pies, que pueden causar una picazón intensa y son muy molestas.

También conocido como dishidrosis, se trata de una condición crónica y no contagiosa que puede tener episodios de empeoramiento y otros de remisión, y que por lo general, tiene carácter estacional, siendo mayor su incidencia durante la primavera y el verano, coincidiendo con la subida de las temperaturas.

La dishidrosis en el cuerpo se origina de forma interna, que existen diversos factores externos que pueden desencadenar su aparición, como el estrés, los agentes medioambientales o las enfermedades alérgicas.

Aunque puede afectar a ambos sexos y aparecer a cualquier edad, por lo general, comienza entre los 15 y 30 años, representando aproximadamente el 20% de los eccemas en las manos.

Causas de la dishidrosis

Lo cierto es que las causas del eccema dishidrótico se desconocen, pero sí se sabe que no es una enfermedad contagiosa y que hay más riesgo de que aparezca cuando exponemos la piel a altas temperaturas.

Estos son algunos de los factores de riesgo de la dishidrosis en las manos y pies:

• Tener antecedentes de dermatitis atópica, asma o rinitis.
• Ser alérgico a sustancias como perfumes, ciertos medicamentos, níquel, cobalto o cromo, presentes en joyería, pinturas, cuero, esmaltes y otros productos metálicos.
• Experimentar estrés emocional, que puede contribuir a desencadenar brotes de la afección.
• Sufrir infecciones cutáneas causadas por bacterias o hongos, especialmente en áreas distintas a donde aparecen las ampollas, como los pies.
• En algunas circunstancias, el embarazo puede desencadenar la dermatitis atópica debido a cambios hormonales en el cuerpo.

Síntomas de la dishidrosis que te ayudarán a identificarla

En la mayoría de casos, el primer síntoma del eccema dishidrótico es una intensa picazón entre los dedos que se extiende hasta las palmas de las manos o pies, y en función de la intensidad o gravedad, puede ir acompañada de la aparición de pequeñas ampollas llenas de líquido, más conocidas como vesículas, que podrían aumentar de tamaño, llegando a provocar lesiones, especialmente si se rascan.

Aunque podría darse, no es habitual que aparezca en la parte superior de las manos o pies, o en otras partes del cuerpo, y normalmente,  las ampollas se mantienen durante unas semanas, hasta que se secan y acaban cayendo por sí mismas. 

También es común que la piel sufra irritación y tienda a engrosarse, sobre todo si las vesículas se mantienen y hay rascado, lo que podría provocar una sobreinfección de la piel con supuración o formación de costras, además de inflamación.

La evolución de la dishidrosis varía de un caso a otro, y aunque en la mayoría de casos desaparece por sí sola, es habitual que vuelva a aparecer.

Tratamiento de la dishidrosis

Por el momento, el eccema dishidrótico no tiene cura como tal, pero sí se puede tratar para controlar los brotes, siendo fundamental acudir a un dermatólogo especializado para que diagnostique esta afección e indique el tratamiento más adecuado.

Aun así, a continuación te vamos a dar 10 consejos de tratamiento del eccema dishidrótico que te ayudarán a aliviar los síntomas:

1. Evita rascarte: el rascado puede prolongar las lesiones y aumentar el riesgo de infección, además de dificultar el tratamiento a largo plazo.
2. Lava tus manos con cuidado: lávate las manos siempre con agua tibia o fría y jabones suaves sin perfumes. Sécalas bien, especialmente entre los dedos.
3. Hidrata: debes hidratar tus manos y pies diariamente con cremas o lociones sin alcohol ni fragancias, aplicándolas sobre la piel húmeda.
4. Evita el contacto con sustancias irritantes: como detergentes, disolventes y ciertas frutas ácidas como el limón o el tomate.
5. Cuidado con el níquel: si eres alérgico al níquel, evita el contacto con objetos que lo contengan, así como ciertos alimentos como cebollas, maíz, espinacas y frutos secos.
6. Usa guantes: es altamente recomendable utilizar guantes de vinilo al realizar tareas domésticas con agua, asegurándote de que estén secos y sin agujeros. También puedes usar guantes de algodón debajo para mayor protección.
7. Limpia con agua fría o tibia: es importante evitar la exposición prolongada al agua caliente durante las tareas de limpieza.
8. Cuida la higiene: debes extremar la higiene de tus manos y pies, lavándolos y secándolos adecuadamente, especialmente después de hacer ejercicio.
9. Calzado adecuado: usa calzado con suela de piel y calcetines de algodón para permitir una mejor transpiración del pie.
10. Relájate: practica técnicas de relajación como yoga o meditación para reducir el estrés, ya que puede desencadenar o empeorar los brotes de dishidrosis.

En definitiva, el cuidado general de la piel puede reducir y aliviar los síntomas del eccema dishidrótico, que se caracterizan por una picazón intensa y la aparición de ampollas.