Las 5 causas principales de la sensibilidad dental

¿Notas un pinchazo agudo al beber agua fría, al cepillarte los dientes o al probar algo dulce? Si te suena familiar, lo más probable es que estés lidiando con sensibilidad dental. Y aunque es más común de lo que parece (según estudios, afecta a una de cada tres personas adultas), muchas veces la ignoramos hasta que el dolor se hace imposible de obviar.

En este post te contamos cuáles son las principales causas de la sensibilidad dental, cómo identificarla y, lo más importante, cómo prevenirla y tratarla con eficacia. Hay más soluciones de las que crees.

¿Qué es la hipersensibilidad dentaria?

  La hipersensibilidad dentaria —sí, ese nombre tan técnico para un problema tan cotidiano— es un dolor breve, agudo y repentino que aparece cuando la dentina (la capa interna del diente) queda expuesta.   Esta dentina tiene miles de canales microscópicos que conectan con el nervio dental, así que cuando el frío, el calor o los ácidos llegan hasta ahí, el diente “protesta”.

Suele aparecer entre los 20 y los 50 años, aunque también puede darse antes o después. Y aunque no es una enfermedad grave en sí misma, sí puede ser el síntoma de que algo no va del todo bien en tu higiene bucal o tus hábitos diarios.

Causas de la sensibilidad dental

Vale, pero… ¿por qué sucede? Aquí te desvelamos las 5 causas más frecuentes de la sensibilidad dental:

Cepillado demasiado agresivo

¿Eres de las que creen que cuanto más fuerte se cepille, más limpios quedan los dientes? Error. Un cepillado excesivamente enérgico o con un cepillo de cerdas duras puede desgastar el esmalte dental, dejando la dentina expuesta.

Recesión gingival

Cuando las encías se retraen, ya sea por una enfermedad periodontal o por el paso del tiempo, las raíces de los dientes —que no están protegidas por esmalte— quedan al descubierto. ¿El resultado? Sensibilidad al instante.

Erosión por alimentos ácidos

El consumo frecuente de cítricos, vinagre, refrescos o bebidas energéticas puede desgastar el esmalte. Si a eso le sumas cepillarte justo después, el daño puede multiplicarse.

Bruxismo (rechinar los dientes)

Si aprietas los dientes por estrés o mientras duermes, estás ejerciendo una presión que a la larga desgasta el esmalte y deja la dentina expuesta. Lo notarás especialmente al despertar o al morder cosas duras.

Tratamientos dentales recientes

Blanqueamientos, limpiezas profundas o colocación de ortodoncia pueden causar una sensibilidad temporal. No es grave, pero conviene seguir las indicaciones del dentista.

Síntomas de la sensibilidad dental

El síntoma más claro (y más molesto) es el dolor punzante al contacto con ciertos estímulos: alimentos fríos o calientes, dulces, ácidos, o incluso el propio cepillado. Este dolor no dura mucho, pero puede llegar a ser muy intenso. También puedes notar molestias al respirar por la boca con aire frío o al usar colutorios con alcohol.

Diagnóstico de la hipersensibilidad dentaria

  Si sientes estos síntomas con frecuencia, no lo dejes pasar.   Un diagnóstico profesional es clave. El odontólogo evaluará si realmente se trata de sensibilidad dental o si hay otro problema de fondo, como caries, fisuras o enfermedad periodontal. En algunos casos, puede requerirse una radiografía para descartar daños más profundos.

Tratamiento preventivo de la hipersensibilidad dentaria

La mejor manera de evitar la sensibilidad es cuidar la salud del esmalte y de las encías. ¿Cómo?

  • Usa un cepillo de dientes suave y pasta específica para dientes sensibles.
  • Evita los colutorios con alcohol.
  • No te cepilles justo después de consumir alimentos ácidos; espera al menos 30 minutos.
  • Si rechinas los dientes, consulta a tu dentista sobre el uso de férulas.
  • Y, por supuesto, visita al dentista al menos una vez al año.

Tratamientos para la sensibilidad dental

Si la sensibilidad ya ha aparecido, no te preocupes: hay tratamientos eficaces.

  •   Pastas y geles desensibilizantes,   con ingredientes como el nitrato potásico o el fluoruro de estaño, que ayudan a bloquear los canales de la dentina.
  •   Barnices y selladores aplicados por el dentista  , ideales para proteger zonas más expuestas.
  • En casos más severos,   obturaciones o incluso endodoncias   pueden ser necesarias si la pulpa dental está comprometida.

En definitiva, la sensibilidad dental no tiene por qué condicionar tu día a día. Detectar a tiempo sus causas, cuidar tu esmalte con mimo y acudir al dentista cuando toca es el combo perfecto para sonreír sin miedo (incluso al tomarte un frappé).

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