¿Por qué se me acartona el maquillaje? 5 errores comunes y cómo evitarlos

Hay días en los que el maquillaje parece tener vida propia: lo aplicas con mimo, difuminas, sellas… y aun así, al cabo de unas horas, tu rostro luce apagado, reseco o con pequeñas grietas que delatan cada gesto. ¿Te resulta familiar? Ese acabado rígido, sin frescura ni naturalidad, tiene nombre. Se llama maquillaje acartonado y con la ayuda de Paula Aroca, maquilladora profesional y portavoz de Druni, te contamos cómo solucionarlo.

Con la opinión experta de:
Paula Alcarria Aroca
Paula Alcarria Aroca

Maquilladora profesional

Makeup Artist

Paula Aroca MakeupArtist

¿Qué es el maquillaje acartonado?

Si alguna vez te has mirado al espejo y has sentido que tu base de maquillaje parece “seca”, “dura” o que te marca cada línea de expresión, tranquila: no estás sola. Lo que estás viendo es el temido maquillaje acartonado, ese acabado opaco y sin vida que hace que la piel pierda frescura, naturalidad y movimiento.

“Es lo contrario a una piel jugosa o natural. El maquillaje acartonado se nota porque el producto no se integra con la piel, se queda ‘sentado’ encima y con el paso de las horas se cuartea, especialmente en zonas como el contorno de ojos o la comisura de los labios”, explica Paula Aroca.

Este efecto puede aparecer tanto en pieles secas como grasas, y lo cierto es que tiene más que ver con cómo aplicas el maquillaje que con los productos que usas.

¿Por qué se cuartea el maquillaje?

El maquillaje acartonado suele ser la consecuencia de una mala preparación de la piel o de una aplicación excesiva de producto. Pero hay varios factores que entran en juego: la falta de hidratación, un exceso de polvos, el abuso de fórmulas mates o incluso el tipo de brocha que utilizas.

“Muchas veces queremos una piel perfecta y nos pasamos con la cobertura. Pero el secreto de un buen maquillaje está en trabajar bien la base, no en usar más producto”, señala la maquilladora. “Si la piel no está bien preparada, el maquillaje no se adhiere correctamente y termina marcando los poros o las líneas de expresión”, añade.

Factores que contribuyen al acartonamiento

Saltarte la hidratación (o no usar la adecuada)

El error más común. Si la piel no está bien hidratada, absorberá la humedad de la base, dejándola seca y sin flexibilidad. “Aunque tengas la piel grasa, nunca debes saltarte la hidratación. Solo hay que elegir una textura ligera, tipo gel o emulsión. Es la clave para que el maquillaje se funda y dure más”, recomienda la experta.

Abusar de bases de larga duración o demasiado mates

Las fórmulas long wear son fantásticas para eventos o jornadas intensas, pero si las usas a diario pueden resultar demasiado secas. Lo ideal es combinarlas con un primer hidratante o con unas gotas de iluminador líquido. “Mezclar la base con un poco de fluido hidratante o de glow drops cambia por completo el acabado”, aconseja Paula Aroca.

Aplicar demasiada cantidad de producto

Otra causa típica del efecto máscara. El exceso de base, corrector o polvo hace que la piel pierda movimiento y textura natural. “Menos es más. Si necesitas cobertura, trabaja por capas finas y difumina bien cada una. Es mejor añadir que intentar quitar después”, añade la maquilladora.

Fijar el maquillaje con polvos inadecuados (o en exceso)

Sí, los polvos son imprescindibles para sellar el maquillaje, pero también pueden arruinarlo si se abusa de ellos. Prefiere fórmulas sueltas, finas y translúcidas, y aplícalas solo donde realmente lo necesites, como la zona T, contorno de nariz y barbilla. Si buscas un acabado más luminoso, puedes probar el baking inverso: aplicar una bruma facial tras los polvos para devolver jugosidad.

No usar herramientas limpias (o usarlas mal)

Un error que muchas pasamos por alto. Las brochas sucias o las esponjas húmedas sin limpiar acumulan producto y grasa, haciendo que el maquillaje se asiente de forma irregular. “Una herramienta sucia no difumina bien, deja parches y hace que la base se vea más densa. Lava tus brochas una vez a la semana y notarás la diferencia”, recuerda Paula.

Cómo evitar el maquillaje acartonado

La buena noticia es que este problema tiene solución, y bastante sencilla. La base de todo está —literalmente— en la piel. “Si la piel está saludable, hidratada y equilibrada, cualquier base lucirá bien. Pero si está seca o deshidratada, ningún producto va a funcionar”, asegura la experta.

  1. Prepara bien la piel: limpia, tonifica e hidrata. Un serum con ácido hialurónico y una crema adaptada a tu tipo de piel son imprescindibles.
  2. Usa una prebase adecuada: las siliconadas alisan la textura, pero las hidratantes o con efecto glow aportan más vida.
  3. Elige una base ligera y modulable: huye de las fórmulas densas. Las bases fluidas o en serum son tendencia y dejan un acabado segunda piel.
  4. Aplica poco producto y difumina bien: empieza desde el centro del rostro hacia fuera con una esponja ligeramente humedecida.
  5. Termina con bruma facial: además de fijar el maquillaje, devuelve humedad y evita el acabado mate extremo.

Y si notas que con las horas tu maquillaje empieza a “tirar”, lleva siempre un spray refrescante en el bolso. Un par de pulverizaciones bastan para reavivar la piel sin arruinar el look.

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Preguntas frecuentes (FAQs)

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¿Qué es el maquillaje acartonado?

Es un acabado opaco y sin vida que hace que la piel pierda frescura, naturalidad y movimiento.

¿Por qué se cuartea el maquillaje?

El maquillaje acartonado suele ser consecuencia de una mala preparación de la piel o de una aplicación excesiva de producto.

¿Cómo evitar el maquillaje acartonado?

Prepara bien la piel con limpieza, tonificación e hidratación, elige una base ligera, aplica poco producto y difumina bien, y utiliza una bruma facial al final.

¿Qué factores contribuyen al acartonamiento del maquillaje?

Saltarse la hidratación, abusar de bases de larga duración, aplicar demasiada cantidad de producto, fijar el maquillaje con polvos inadecuados y no usar herramientas limpias son causas comunes.

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