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¿Se puede dar el pecho y el biberón sin volverse loca? La respuesta es sí. Y, de hecho, muchas madres optan por esta opción intermedia que permite disfrutar de lo mejor de ambos mundos.
Hablamos de la lactancia mixta y de cómo hacerlo sin complicaciones, sin culpa y sin prejuicios. Porque no todas las maternidades son iguales, y tampoco deberían serlo las decisiones que se toman en torno a la alimentación del bebé.
¿Qué es la lactancia mixta y por qué considerarla?

La lactancia mixta consiste en alimentar al bebé con leche materna y con fórmula artificial. Puede iniciarse desde el nacimiento, aunque lo más habitual es que se introduzca cuando la madre no puede (o no quiere) continuar con lactancia exclusiva por diversos motivos: vuelta al trabajo, producción de leche insuficiente, necesidad de compartir las tomas con otra persona o, simplemente, por elección personal.
Y sí, la Organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda la lactancia materna exclusiva los seis primeros meses, pero también reconoce que hay situaciones en las que combinar es la mejor opción para la madre y el bebé. La clave está en hacerlo de forma informada y consciente.
Ventajas y desafíos de la lactancia mixta

Uno de los grandes beneficios de la lactancia mixta es la flexibilidad que ofrece. Permite que otra persona —pareja, abuelos, cuidador/a— participe en las tomas, lo que puede aliviar la carga física y emocional de la madre.
Además, puede ser una solución si el bebé no gana suficiente peso con leche materna exclusiva o si la madre necesita medicación incompatible con la lactancia.¿El principal desafío? Encontrar el equilibrio sin que disminuya la producción de leche materna. La succión del bebé estimula la producción, así que cuantas más tomas de biberón se introducen, más riesgo hay de que baje la cantidad de leche. Por eso, es importante establecer un plan gradual y seguir algunas recomendaciones clave.
Beneficios de la lactancia mixta

- Sigue proporcionando los beneficios inmunológicos de la leche materna, aunque no sea exclusiva.
- Permite una mayor autonomía y facilita la conciliación.
- En muchos casos, ayuda a prolongar la lactancia más tiempo, porque reduce la presión de mantenerla de forma exclusiva.
- El bebé aprende a alimentarse de diferentes formas, lo que puede facilitar futuras transiciones (como el destete o el paso a sólidos).
Consejos prácticos para la lactancia mixta

Introduce la fórmula poco a poco. Comienza con una toma al día y observa cómo responde tu bebé (y tu cuerpo).
Elige qué tomas serán de pecho y cuáles de biberón. Muchas madres prefieren mantener las tomas nocturnas o las primeras del día con el pecho, cuando la producción suele ser mayor.
Haz que las tomas de biberón sean lo más parecidas posibles a las de pecho. El método Paced Bottle Feeding (alimentación con biberón pausada) ayuda a que el bebé no pierda el reflejo de succión natural ni rechace el pecho.
Dale prioridad a las tomas al pecho si quieres mantener la producción. Cuantas más tomas de pecho, más leche producirás. Puedes usar un sacaleches para estimular también.
Preparación segura de la fórmula

Usar fórmula no significa relajarse en la higiene. Hay unas normas básicas que conviene recordar:
- Esteriliza biberones y tetinas, sobre todo los primeros meses.
- Prepara la fórmula con agua caliente (mínimo a 70 °C) y síguela enfriando hasta temperatura adecuada.
- Sigue siempre las instrucciones del fabricante al pie de la letra. Nada de «un cacito de más por si acaso».
- Desecha cualquier resto de leche que no se haya consumido en la hora siguiente.
Elección de tetinas adecuadas
La tetina importa más de lo que parece. Si es demasiado rápida, el bebé puede frustrarse luego con el pecho, donde el flujo es más lento. Lo ideal es elegir tetinas de flujo lento y forma anatómica, que se asemejen al pezón. Algunas incluso tienen sistemas anti-cólicos que ayudan a reducir gases y molestias.
¿Es posible mantener una lactancia mixta a largo plazo?

Totalmente. Hay madres que combinan pecho y fórmula durante meses, incluso hasta el año. Otras lo hacen solo unas semanas mientras resuelven una situación concreta. No hay una regla única: lo importante es que funcione para ti y para tu bebé.
Eso sí, si tu objetivo es mantener la lactancia materna el mayor tiempo posible, conviene no abandonar el pecho por completo (ni mental ni físicamente). Sigue ofreciéndolo, estimula con el sacaleches si es necesario.
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Preguntas frecuentes (FAQs)
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¿Qué es la lactancia mixta?
La lactancia mixta es la combinación de leche materna y fórmula artificial para alimentar al bebé. Puede iniciarse desde el nacimiento o introducirse más adelante por diversos motivos como vuelta al trabajo, producción insuficiente de leche o elección personal.
¿Cuáles son los desafíos de la lactancia mixta?
El principal reto es mantener la producción de leche materna, ya que la succión del bebé estimula la producción. Cuantas más tomas de biberón se introducen, mayor es el riesgo de que disminuya la cantidad de leche materna.
¿Qué tipo de tetina es mejor para la lactancia mixta?
Las tetinas de flujo lento y forma anatómica son ideales, ya que imitan el pezón y evitan que el bebé prefiera el biberón por la facilidad del flujo.
¿Es posible mantener la lactancia mixta a largo plazo?
Sí, muchas madres combinan pecho y fórmula durante meses, incluso hasta el año. La clave es seguir ofreciendo el pecho y estimular la producción con un sacaleches si es necesario.