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Durante años, se repitió como un mantra: “si tienes la piel grasa, olvídate de los aceites”. Hoy sabemos que esa idea no solo es falsa, sino que puede estar impidiendo que tu piel luzca equilibrada y luminosa. Sí: usar un aceite facial en piel grasa puede ser la clave para regular el exceso de sebo y conseguir un cutis mucho más uniforme. ¿El truco? Elegir el aceite correcto y aplicarlo bien. Te lo contamos todo con la ayuda de Marta Barrero y Elena Ramos, farmacéuticas, expertas en dermocosmética, directoras de The Secret Lab y portavoces de Druni.
Aceites vegetales en piel grasa: ¿error o acierto?

“Totalmente un acierto. La idea de que el aceite facial no es para las pieles grasas se basa en la falsa creencia de que añadir más grasa empeora el problema. Sin embargo, la clave está en el tipo de aceite, su textura y composición”, explican las farmacéuticas.
Las pieles grasas suelen tener un sebo desequilibrado. Cuando aplicas un aceite vegetal ligero y no comedogénico, la piel recibe el mensaje de que no necesita producir más grasa de la cuenta. ¿El resultado? Menos brillos, menos poros obstruidos y un rostro con aspecto más fresco.
¿Por qué utilizar un aceite especial para el rostro?

Incluso las pieles grasas pueden sufrir desequilibrios, perder agua y mostrarse deshidratadas. “La piel necesita lípidos saludables para mantenerse flexible, hidratada y protegida. Incluso una piel grasa puede presentar desequilibrios en su barrera cutánea y perder agua (deshidratación)”, señalan las expertas.
Además, un buen aceite facial no solo regula la producción de sebo. “Un aceite facial bien formulado puede aportar hidratación sin obstruir poros, proporcionar antioxidantes que protegen frente al estrés oxidativo, mejorar la textura de la piel y aportar luminosidad saludable”, añaden.
¿Cómo integrar un aceite facial en tu ritual de belleza?

“El aceite facial debe aplicarse al final de la rutina, justo después del sérum y antes de la crema hidratante”, explican las farmacéuticas. Insisten en que la piel debe estar limpia y que conviene esperar a que los tratamientos previos se absorban antes de dar el siguiente paso.
Según las expertas, basta con depositar dos o tres gotas en la palma de la mano, calentarlas y extender el producto con un suave masaje o pequeños toques.
“De esta manera se consigue sellar la hidratación y potenciar el efecto de los activos anteriores”, apuntan. Y para quienes aún sienten reparo a usar aceites, sugieren una alternativa sencilla: “Un pequeño truquito es mezclarlos con la crema ligera para obtener nutrición extra sin sensación grasa y con una absorción más rápida”.
Cómo usar aceites en el rostro (si tienes la piel seca, mixta o grasa)
“Si tienes la piel seca, los aceites ricos en ácidos grasos omega-6 y 9, como el de aguacate o rosa mosqueta, son los que más nutren y reparan”, explican Barrero y Ramos. En una piel mixta, la recomendación cambia. Lo ideal son fórmulas equilibrantes como la de jojoba o pepita de uva, capaces de regular la producción de grasa en la zona T sin resecar las mejillas.
En el caso de las pieles grasas, la clave está en optar por texturas ligeras y no comedogénicas. “Los mejores son el aceite de jojoba, el de árbol de té en dosis muy controladas, el de cáñamo o el escualano. Penetran fácilmente, ayudan a mantener los poros limpios y regulan la producción de sebo”, explican. Su consejo es siempre apostar por fórmulas que se absorban con rapidez para evitar brillos y favorecer un acabado fresco.
¿Cuándo y cómo aplicar el aceite para que no deje la piel grasa?
“El mejor momento es por la noche, ya que es cuando la piel se regenera y los activos actúan de manera más efectiva. Si lo usas por la mañana, es imprescindible que sea en muy poca cantidad para evitar brillos excesivos y siempre antes de la crema solar”, apuntan las farmacéuticas.
Y para que tu piel lo absorba mejor, ten en cuenta este tip: “Para una aplicación perfecta, aplica el aceite con el rostro ligeramente húmedo después del tónico o sérum. La humedad ayuda a que se absorba mejor. Calienta el producto en tus manos y aplícalo con un suave masaje, no lo frotes. Usa solo 2-3 gotas. Menos es más, especialmente en las pieles grasas”.
Los mejores aceites faciales para piel grasa

Si estás pensando en incorporar un aceite facial a tu rutina pero no sabes por dónde empezar, apunta estos aliados.
Aceite de pepita de uva BIO
Es ligero, antioxidante y perfecto para pieles con tendencia acneica.
Aceite de avellana BIO
Ayuda a afinar el poro y equilibra zonas de exceso de grasa.
Aceite de jojoba BIO
Es el que más se parece al sebo humano, regula sin saturar.
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Preguntas frecuentes (FAQs)
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¿Es recomendable usar aceites faciales en piel grasa?
Sí, usar un aceite facial adecuado puede ayudar a regular el exceso de sebo y mejorar la apariencia de la piel grasa.
¿Por qué es importante utilizar un aceite facial especial para el rostro?
Un buen aceite facial puede aportar hidratación, antioxidantes, mejorar la textura de la piel y regular la producción de sebo, incluso en pieles grasas.
¿Cómo se debe integrar un aceite facial en la rutina de belleza?
Se recomienda aplicar el aceite al final de la rutina, después del sérum y antes de la crema hidratante, con un suave masaje o toques suaves.
¿Qué aceites faciales son recomendados para piel grasa?
Para piel grasa, se recomiendan aceites como el de jojoba, árbol de té, cáñamo o escualano, por sus propiedades reguladoras y no comedogénicas.