Cómo depilar la zona íntima con cuchilla

Si te gusta mantener tu zona más íntima siempre arreglada y libre de vello, es importante que sepas depilar esta zona tan sensible de forma adecuada para evitar la irritación, las quemaduras y los pelos enquistados.

Con diferentes métodos entre los que elegir, vamos a contarte cómo depilar la zona íntima con cuchilla y eliminar el vello púbico correctamente, reduciendo el riesgo de irritación y de cortes, al mismo tiempo que proteges la piel de la zona, que precisa de un cuidado superior a la de las axilas o las piernas.

La depilación del pubis con cuchilla es una opción más cómoda y rápida que otras alternativas como la cera o el láser, permitiéndote llevar tu zona íntima siempre arreglada en tan solo unos minutos. Lo ideal es aprovechar el momento de la ducha.

Si es tu método preferido, pero no consigues los resultados esperados, toma nota y descubre cómo depilarse el pubis con cuchilla de forma adecuada. Te contamos todo lo que debes saber.

Cómo depilarse el pubis con cuchilla paso a paso

Recorta

Si hace tiempo que no te depilas y tienes el vello muy largo, recomendamos que antes de la depilación de ingles con cuchilla recortes el pelo, para que  así el paso de la cuchilla sea más sencillo, rápido y eficaz.  Para ello, puedes optar por recortar ligeramente con unas tijeras de pelo o utilizar una maquinilla eléctrica.

Antes de la depilación de la zona íntima con cuchilla, exfolia

Tras haber recortado el vello, exfolia la zona que vayas a depilar dos o tres días antes, con el objetivo de eliminar los posibles restos de células muertas, lo que  evitará la aparición de pelos enquistados y reducirá la posible irritación de la piel. 

Para la exfoliación puedes utilizar una luffa, unos guantes exfoliantes o una esponja exfoliante suave, frotando sobre la zona a depilar con suavidad.

Hidrata tu piel antes de la depilación de la zona íntima con cuchilla

Antes de la depilación de la zona íntima con cuchilla lo ideal es que humedezcas tu piel para que se mantenga hidratada durante el paso de la cuchilla, lo que facilitará enormemente la eliminación del vello, de una forma mucho más suave.

Para ello, lo más cómodo es darte un baño con agua tibia de al menos cinco minutos y, tras enjuagar la zona, comenzar con la depilación.

Utiliza una cuchilla adecuada y en perfecto estado

Lo más importante es utilizar una cuchilla adecuada para depilar la zona íntima femenina y que esté perfectamente afilada, ya que de lo contrario, si las hojas de la cuchilla no están en buen estado, no solo te costará mucho más eliminar el vello, sino que además aumentarán enormemente las posibilidades de enrojecimiento, sarpullidos o irritación de la piel.

Así mismo, las hojas deben estar limpias, por ello, enjuaga la cuchilla después de cada pasada para garantizar que podrás pasarla con suavidad.

Debes renovar la cuchilla con regularidad,  cada cinco – diez depilaciones aproximadamente. Algunos síntomas de que la cuchilla no está en buen estado y hay que cambiarla es que notas las hojas demasiado ásperas, la cuchilla pega tirones o tu piel acaba irritada tras la depilación.

Protege la piel con un gel de depilación

Muy importante, aplicar gel de depilación protegerá tu piel y minimizará el riesgo de enrojecimiento o irritación, ayudando además a que la cuchilla se deslice fácilmente. Fundamental en la piel de alrededor de la zona íntima, que es más sensible, mantendrá la humedad durante la depilación.  A medida que vaya eliminándose con las pasadas, ve aplicando más gel. 

Pasadas cortas y constantes en la dirección de crecimiento del vello

A la hora de depilar, tras haber seguido todos los pasos, realiza pasadas cortas y constantes en dirección del crecimiento del vello, ejerciendo una suave presión sobre la cuchilla con una mano y, con la otra, estirando la piel.  Las pasadas cortas te ayudarán a eliminar el vello de un modo más eficaz. 

Como te hemos comentado, aclara la cuchilla después de cada pasada y, si el vello no se ha eliminado en su totalidad, vuelve a aplicar gel de depilación antes de pasar la cuchilla de nuevo.

Enjuaga tu piel e hidrátala

Cuando hayas terminado de depilarte, enjuaga tu piel con agua fría para así favorecer el cierre de los poros y acelerar la recuperación de la piel.

Después, sécala con una toalla limpia dando golpecitos suaves y aplica una loción hidratante sin alcohol sobre la zona depilada para prevenir la posible irritación. Así mismo, lo ideal sería que dejases la zona sin cubrir durante al menos 30 minutos.

↓   ↓   ↓   ↓   ↓