Infección ocular: ¿Qué es y cómo evitarla?

Por desgracia, tener una infección ocular es bastante habitual y se puede producir en cualquier momento de nuestras vidas. Aunque son más comunes en niños y en personas mayores, también afecta a individuos de cualquier edad.

Pueden ser causadas por bacterias (estaríamos hablando de una infección bacteriana), herpes, virus, así como otros microorganismos. Dependiendo de cada caso, la zona podría ser diferente; no afecta al ojo en su totalidad, sino a áreas como la retina, iris, córnea, etc.

A lo largo de este artículo podrás conocer con mayor precisión de lo que estamos hablando, además de darte algunos consejos para que puedas evitarla:

¿Qué es una infección ocular?

Una infección de ojos o una infección ocular es un problema común debido a que la zona del rostro es muy sensible. Puede provocar diferentes síntomas, pero incluso hasta el más leve se puede complicar.

Hay ciertas pautas te ayudan a evitar una infección ocular, pero, si ya se ha manifestado, lo importante es identificar sus síntomas y así encontrar el mejor tratamiento.

El médico de cabecera o el oftalmólogo se encargará de estudiar la gravedad de la situación y recomendará algunas pautas para su resolución.

¿Cómo saber si tengo una infección ocular? Síntomas:

Los síntomas de una infección ocular dependen del tipo del que estemos hablando. Sin embargo, estos suelen ser los más comunes:

• Irritación y sensación de molestia.
• Incremento del lagrimeo.
• Enrojecimiento de la parte blanca de los ojos.
• Ardor.
• Sensación de tener un elemento extraño que incrementa la ganas de rascarnos.

En el siguiente apartado podrás conocer con más detalle cómo saber si tienes una infección ocular determinando los síntomas que corresponden a cada tipo.

¿Qué tipos de infecciones oculares existen?

Conjuntivitis

La conjuntivitis es uno de los tipos de infección ocular más habituales. Se caracteriza por presentar una inflamación de una membrana conocida como conjuntiva (tiene la función de proteger la parte blanca de los ojos y la zona interior de cada párpado).

El origen puede ser muy variado: podríamos estar hablando de una infección ocular bacteriana, viral o de una alergia.

Los síntomas más frecuentes que delatan una conjuntivitis son: ardor, sensación de tener algo extraño, enrojecimiento y secreción.

Blefaritis

La blefaritis es otra infección de ojos que suele estar causada por ácaros o bacterias.
El síntoma más representativo es la inflamación en el extremo del párpado, aunque también podrían manifestarse otros síntomas reveladores como picazón, hinchazón, enrojecimiento o sensación de tener algo extraño en el ojo.

Queratitis

Una queratitis se refiere a la inflamación de la córnea (es una capa transparente que sirve como recubrimiento de la pupila y del iris).

Su origen puede estar en una infección ocular bacteriana, por virus o por hongos. Un ejemplo lo encontramos en la queratitis herpética, que es una infección ocular por herpes; se trata de un trastorno que provoca síntomas como sensibilidad, cicatrización de la córnea y hasta problemas de visión.

Orzuelo

Los orzuelos son bultos o granos que están llenos de pus. Este tipo de infección bacteriana afecta a las glándulas sebáceas y se concentran en los bordes de los párpados.

Sus síntomas son la presencia de un bulto rojo (como si fuese un grano), pudiendo producir hinchazón, molestias variadas, dolor, entre otros.

Uveítis

También se podría manifestar una uveítis que es una inflamación de la úvea, que es la pared del tejido ocular (aquí está incluido el iris, coroides y cuerpo ciliar).

Lo más característico de esta infección ocular es que los síntomas se pueden manifestar con mucha rapidez y empeorar con facilidad. Se identifica por el enrojecimiento del ojo, dolor y hasta visión borrosa en cuadros más graves.

¿Cómo tratar una infección ocular?

No siempre es necesario buscar tratamiento ante una infección de ojos, ya que la situación podría mejorar por sí sola.

Los remedios naturales podrían ayudar (bolsas de té, compresas tibias o frías, gotas lubricantes…) pero si la situación es grave, el facultativo podría recetar antibióticos (para una infección ocular bacteriana), antivirales o antihistamínicos (si se trata de una alergia).

¿Cómo evitar una infección ocular?

La mejor manera de evitar una infección ocular es la prevención. Aquí van algunos consejos que te pueden ayudar:

• Correcta higiene de manos: lava tus manos con agua y jabón de forma habitual, sobre todo si vas a tocar tu rostro y la zona de los ojos. En el caso de que no puedas lavarlas, ten un desinfectante a cerca.
• Evita tocarte los ojos con las manos sucias: cuanto menos te toques los ojos, mejor. Ten mucho cuidado si los tocas después de haber usado objetos contaminados, como pañuelos usados.
• No compartas objetos personales: es un consejo de sentido común, pero es importante tenerlo presente. No compartas pañuelos, toallas, maquillaje o gafas.
• Limpieza regular de sábanas y toallas: en estos elementos textiles se acumulan todo tipo de bacterias y gérmenes. Cámbialas con frecuencia para evitar infecciones oculares.
• Protección para los ojos: si operas en lugares donde existan materiales peligrosos, no olvides las normas de usar gafas protectoras para evitar que cualquier elemento extraño pueda llegar a esta zona tan delicada.

Teniendo claro que es una infección ocular y lo tediosos que son los síntomas, siguiendo estos consejos la podrás evitar. Y si ya se ha manifestado, acude a un experto para que valore tu caso.