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Pasado el parto, el cuerpo inicia un proceso tan delicado como asombroso: el posparto. Entre las dudas que más se repiten en esta etapa —además de cómo sobrevivir a las noches sin dormir— está la de si es buena idea usar una faja postparto.
¿Ayuda realmente a recuperar la figura? ¿Puede afectar la musculatura? ¿Hay alternativas? Si te lo estás preguntando, aquí va la guía definitiva para decidir si la necesitas (o no).
¿Qué es una faja postparto?

La faja postparto es una prenda compresiva diseñada para brindar soporte al abdomen, la zona lumbar y, en algunos casos, la pelvis, durante el periodo de recuperación tras el parto.
Las hay de todos los estilos: con velcros, sin costuras, de tipo pantalón, con efecto modelador… Y sí, muchas prometen devolverte tu silueta preembarazo casi por arte de magia. Pero ojo, no todas son iguales ni todas son adecuadas para cualquier cuerpo o tipo de parto.
Beneficios de usar faja postparto

Usada correctamente (y siempre con el visto bueno médico), la faja postparto puede aportar beneficios reales. Estos son algunos:
- Sujeción abdominal . Después del parto, especialmente si ha sido por cesárea, la zona abdominal se siente debilitada y “floja”. Una faja bien colocada puede aportar sujeción y una agradable sensación de recogimiento.
- Mejora la postura. Al ofrecer soporte lumbar, muchas mujeres notan que con la faja adoptan una postura más erguida, lo cual alivia dolores de espalda provocados por el esfuerzo físico o la lactancia.
- Sensación de seguridad. Durante los primeros días, muchas mujeres experimentan una especie de “vacío” físico en la zona abdominal. La compresión suave de una faja puede brindar contención emocional y física.
- Estética y ropa. Al dar algo más de forma a la figura, muchas madres se sienten más cómodas volviendo a usar ciertas prendas, lo que puede tener un efecto positivo en su autoestima.
Posibles desventajas del uso de faja postparto

Pero no todo son ventajas. Usar una faja sin criterio o de forma prolongada puede traer consecuencias negativas.
Debilitamiento del suelo pélvico y la faja abdominal natural. El cuerpo necesita tiempo (y trabajo activo) para recuperar su musculatura. Si dependes exclusivamente de una faja externa, los músculos pueden volverse “perezosos” y retrasar la recuperación real.
Problemas digestivos o de circulación. El uso excesivo o una talla inadecuada puede dificultar la digestión, provocar molestias gastrointestinales o afectar el retorno venoso.
Puede ocultar síntomas importantes. En algunos casos, una faja puede enmascarar signos de diástasis abdominal (separación de los rectos abdominales) o prolapsos. Por eso, conviene consultar a una matrona o fisioterapeuta especializada antes de usarla.
¿Cuándo empezar a usar la faja postparto?

Depende del tipo de parto y de cómo te encuentres. En partos vaginales sin complicaciones, algunas mujeres comienzan a usarla a los pocos días. En caso de cesárea, suele recomendarse esperar al menos hasta que la cicatriz esté bien cerrada y sin inflamación.
Eso sí, el uso debe ser siempre progresivo, consciente y acompañado del consejo de un profesional. Recuerda: cada cuerpo tiene su propio ritmo.
¿Cuánto tiempo se debe usar la faja postparto?

No hay una regla universal. Algunas mujeres la usan solo durante las primeras dos semanas; otras prefieren llevarla varias horas al día durante un mes. Lo importante es no convertirla en una “muleta” permanente y combinarla con ejercicios suaves de recuperación posparto (como los de Kegel o hipopresivos, recomendados por fisioterapeutas especializados en suelo pélvico).
Alternativas a la faja postparto

Si no te convence la idea de usar una faja o prefieres un enfoque más natural, existen otras opciones:
- Fisioterapia posparto personalizada: ejercicios adaptados a tu tipo de parto y estado físico.
- Ropa interior de compresión ligera: sujeta sin apretar y es mucho más cómoda para el día a día.
- Cintas pélvicas específicas: recomendadas en casos de disfunción de la sínfisis púbica o dolor lumbar.
- Pañuelos tradicionales (como el rebozo): algunas culturas los han usado durante siglos con fines similares a los de las fajas modernas, pero con una visión más holística y respetuosa con el cuerpo.
En definitiva, la faja postparto puede ser una aliada temporal, pero no sustituye el trabajo activo de recuperación ni la escucha atenta al cuerpo. Antes de apretarte (literalmente) a sus promesas, habla con una especialista en posparto. Porque cuidar de ti también es parte del plan.
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Preguntas frecuentes (FAQs)
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¿Qué es una faja postparto y para qué sirve?
Una faja postparto es una prenda de compresión diseñada para brindar soporte al abdomen, la espalda baja y la pelvis tras el parto. Su objetivo principal es ofrecer estabilidad, comodidad y ayuda en el proceso de recuperación posparto.
¿La faja postparto ayuda a recuperar la figura?
Sí, puede ayudar a mejorar la apariencia temporal del abdomen al aportar compresión y dar forma. Sin embargo, no sustituye la recuperación muscular activa ni es un método para perder peso.
¿Cuándo se puede empezar a usar una faja postparto?
Depende del tipo de parto y la evolución personal. En partos vaginales sin complicaciones, puede usarse tras unos días. En caso de cesárea, conviene esperar a que la cicatriz esté cerrada y sin inflamación. Siempre consulta con tu médico o matrona antes de usarla.
¿Cuánto tiempo se debe usar la faja postparto?
No hay un tiempo fijo. Algunas mujeres la usan durante 2 semanas, otras hasta 1 mes, unas pocas horas al día. Lo ideal es no abusar y acompañarla con ejercicios de recuperación postparto.