Beneficios de usar un prolongador de bronceado en tu rutina

El verano es efímero, pero tu bronceado no tiene por qué serlo. Si después de días de playa y piscina quieres que ese tono dorado siga acompañándote, el prolongador de bronceado es tu nuevo imprescindible. ¿El secreto? Fórmulas diseñadas para hidratar, calmar y, sobre todo, ayudar a que la piel conserve su pigmentación por más tiempo. Nos cuenta todo la farmacéutica Mari Paz Pellús, experta en dermofarmacia y portavoz de Druni.

¿Qué es un prolongador de bronceado?

Un prolongador de bronceado es mucho más que una hidratante corporal. “Es un cosmético formulado para hidratar, nutrir y calmar la piel después de tomar el sol. Además de suavizar y reparar la epidermis, contiene activos que potencian, intensifican y mantienen el bronceado, evitando la descamación y la pérdida rápida del color”, explica la farmacéutica.

Su secreto está en la combinación de ingredientes calmantes, antioxidantes y, en muchos casos, potenciadores del tono, como el eritrulosa o extractos vegetales ricos en betacarotenos. Y sí, también es tu mejor aliado contra la temida piel “a parches” que aparece cuando el bronceado empieza a desvanecerse.

Cómo elegir el mejor prolongador de bronceado

La textura, los ingredientes y la sensación que deja en la piel son clave. “Ingredientes hidratantes y calmantes no deben faltar en su composición, además de los activos que potencian el bronceado. Las texturas ligeras facilitan su aplicación y absorción, haciendo que seamos más fieles al producto”, señala la experta.

Si eres de las que huyen del tacto pegajoso, busca fórmulas en gel-crema o lociones ultra ligeras que se absorban rápido. Si tu piel es seca, apuesta por texturas más untuosas con aceites vegetales como el de argán o almendra. Y no olvides que el aroma también cuenta. Muchas marcas los perfuman con notas veraniegas que prolongan esa sensación de vacaciones incluso en plena ciudad.

Aplicación correcta del prolongador de bronceado

El truco para que funcione no está solo en el producto, sino en el momento y la forma de aplicarlo. “Lo ideal es usarlo siempre después de la ducha, para maximizar la hidratación. Es conveniente exfoliar la piel semanalmente para eliminar las células muertas y que el bronceado sea homogéneo. No olvidar que no sustituye al fotoprotector, por lo que sigue siendo necesario aplicar protección solar cuando estemos frente al sol”, recuerda la farmacéutica Mari Paz Pellús.

Un buen masaje circular ayuda a que penetre mejor y activa la microcirculación, lo que también favorece la luminosidad del tono. Y si lo aplicas con la piel todavía ligeramente húmeda, potenciarás su efecto sellador de hidratación.

Trucos para prolongar el bronceado naturalmente

Más allá del cosmético, hay gestos diarios que marcan la diferencia. “Hidratar la piel a diario y exfoliación suave, como hemos comentado, junto con alimentos ricos en betacaroteno y antioxidantes (zanahoria, tomate, calabaza, espinacas, melón), ayudan a mantener la pigmentación de la piel. También existen nutricosméticos a base de betacarotenos que pueden contribuir a un tono más duradero”, finaliza la experta.

Añade a la lista beber suficiente agua, evitar duchas excesivamente calientes y no abusar del aire acondicionado, ya que reseca la piel y acelera la pérdida del tono. También es recomendable usar geles de ducha suaves, sin sulfatos agresivos, para no arrastrar la barrera lipídica que protege tu piel.

En definitiva, el prolongador de bronceado es la guinda de tu rutina post-solar. No solo alarga la vida de tu tono dorado, sino que mantiene tu piel sana, flexible y con ese glow que nos hace sentir en vacaciones aunque estemos de vuelta a la oficina. Y lo mejor de todo, incorporarlo es tan sencillo como convertirlo en el último paso después de tu ducha diaria.