¿Qué es y cómo puedes combatir el herpes labial?

El herpes labial es una infección muy común que afecta aproximadamente a dos tercios de las personas de menos de 50 años y que, aunque suele ser asintomática, puede provocar algunos síntomas leves e incluso ampollas dolorosas, molestas y antiéticas.

Mucho más común de lo que puede parecer, desde Druni te vamos a contar qué es el herpes labial y cómo puedes combatirlo, tratando de resolver cualquier duda al respecto.

¿Qué es el herpes labial?

¿Qué es el herpes labial?

También conocido como calentura en el labio o herpes febril, el herpes labial es una infección que se manifiesta en forma de ampollas en el labio y alrededor de la boca, que al romperse, forman una costra.

Este herpes aparece a causa del virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) y, por lo general, la infección suele producirse antes de cumplir los 20 años.

Es un virus altamente contagioso y, de hecho,  el contacto directo con el virus a través de la saliva o por contacto piel con piel, son las principales causas de infección del herpes labial. 

Normalmente, el virus se mantiene inactivo y pasa desapercibido, y los síntomas del herpes labial aparecen al reactivarse por factores externos, teniendo una  duración aproximada de entre 7 y 10 días , pudiendo alargarse si no se trata adecuadamente.

Causas del herpes labial

Causas del herpes labial

Las causas del herpes labial pueden ser personales o por condiciones exteriores, destacando las siguientes:

  • Fiebre, gripe o resfriados intensos.
  • Altos niveles de estrés.
  • Cansancio o falta de sueño.
  • Cambios hormonales.
  • Grietas en los labios.
  • Sistema inmunitario debilitado.
  • Exposición solar excesiva.
  • Cambios bruscos de temperatura.

Es importante conocer las causas del herpes labial para identificar un posible brote, y aplicar el tratamiento lo antes posible.  Por lo general, las personas afectadas por este virus suelen tener entre dos y tres brotes al año. 

Principales síntomas del herpes labial

Principales síntomas del herpes labial

El primer síntoma del herpes labial es una sensación de picor, hormigueo o dolor en la zona de los labios, que suele aparecer unos días antes de que se produzcan las ampollas llenas de líquido en el borde del labio y, en los casos más graves, incluso en la nariz o la mejilla.

Es importante comenzar a tratar el herpes labial desde que experimentes el primer síntoma, ya que  cuando antes lo trates, menor riesgo habrá de que se agrave y más corto será el tratamiento. 

Además, si padeces este virus, es importante que utilices bálsamos labiales para mantener tus labios hidratados, lo que te ayudará a prevenir un posible brote.

Una opción muy eficaz es Photèrpes Stick Labial de Bioderma, una barra de labios que previene los síntomas del herpes labial, activando las defensas naturales de la piel, proporcionando una profunda hidratación y garantizando una alta protección contra los rayos UVA y UVB.

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¿Cómo tratar el herpes labial?

¿Cómo tratar el herpes labial?

Lo primero que debes saber es que con el tratamiento no eliminarás el virus, que se mantendrá en tu organismo, sino que tratarás los diferentes síntomas que aparecen al sufrir un brote, acelerando el proceso de curación.

Cuando se reactiva el herpes labial y comienzas a notar los primeros síntomas, es importante aplicar una barrera protectora y aumentar la hidratación de la zona, lo que será clave para evitar que vaya a más y que se cure más rápido.

Entre las diferentes opciones disponibles, puedes aplicar Compeed Calenturas o Herpes Labial, unos parches labiales para calenturas que resultan muy discretos a la vista, los cuales contienen tecnología de gel activo hidrocoloide que acelera la curación y previene la formación de costras. Estos apósitos se pueden aplicar desde el primer signo de herpes labial, y  actuarán durante todas las etapas del herpes labial. 

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Así mismo, cuidar tu cuerpo y llevar un estilo de vida saludable también es fundamental para prevenir y curar el herpes labial, ya que factores como el estrés, el cansancio, la falta de suelo o las tensiones físicas pueden propiciar la reactivación del virus, así como empeorar los síntomas.

Por lo general, si se trata rápidamente, los síntomas derivados del brote desaparecerán a los 7-10 días de comenzar el tratamiento. Y, por otro lado, es importante no tocar ni reventar las ampollas del herpes labial, por muy tentador que resulte, ya que esto solo retrasará su curación, puesto que al reventar la ampolla, el proceso se reiniciará de nuevo, puesto que se liberarán partículas virales que al entrar en contacto con tu piel, podrían extender el virus a otras partes del cuerpo.

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Preguntas frecuentes (FAQs)

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¿Qué es el herpes labial y cuál es su causa?

El herpes labial, también conocido como calentura en el labio o herpes febril, es una infección causada por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1). Se manifiesta en forma de ampollas en el labio y alrededor de la boca, causadas principalmente por el contacto directo con el virus a través de la saliva o por contacto piel con piel.

¿Cuáles son las principales causas del herpes labial?

El herpes labial puede ser desencadenado por diversos factores, incluyendo fiebre, gripe o resfriados intensos, altos niveles de estrés, cansancio, cambios hormonales, grietas en los labios, sistema inmunitario debilitado, exposición solar excesiva y cambios bruscos de temperatura.

¿Cuáles son los síntomas del herpes labial?

Los síntomas del herpes labial incluyen sensación de picor, hormigueo o dolor en la zona de los labios, seguido de la aparición de ampollas llenas de líquido en el borde del labio. Estos síntomas pueden durar aproximadamente de 7 a 10 días y pueden ser acompañados de fiebre y malestar general en algunos casos.

¿Cómo se puede tratar el herpes labial?

Aunque no se puede eliminar el virus, se pueden tratar los síntomas del herpes labial para acelerar el proceso de curación. Se recomienda aplicar una barrera protectora y aumentar la hidratación de la zona afectada. Además, existen productos como parches labiales o cremas específicas que ayudan a acelerar la curación y prevenir la formación de costras.

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