Tutorial: Qué es y cómo hacer multi-masking facial

Si alguna vez te has mirado al espejo con una mascarilla de arcilla en la nariz, otra hidratante en las mejillas y unos parches de ojos al mismo tiempo, felicidades, ya has hecho ‘multi-masking’. Esta técnica no es nueva en el mundo beauty, pero sí es una de las más efectivas (y entretenidas) para darle a tu piel justo lo que necesita en cada zona. Porque no, tu frente no tiene por qué necesitar lo mismo que tu barbilla, y ahí está la magia de este ritual.

¿Qué es el multimasking?

  El multi-masking consiste en aplicar varias mascarillas faciales al mismo tiempo, cada una diseñada para tratar una necesidad específica, dependiendo de la zona del rostro.   Se basa en una verdad universal del cuidado de la piel: no todas las áreas tienen el mismo tipo de problemas.

Mientras la zona T puede ser más grasa, las mejillas pueden sufrir de sequedad, y el contorno de ojos necesitar un extra de luminosidad y firmeza. La idea es simple y no es otra que personalizar al máximo tu tratamiento, como si te hicieras un facial de cabina a medida en casa.

Beneficios del Multimasking

Más que una moda de Instagram, el multi-masking es una herramienta práctica para optimizar resultados. Al usar fórmulas diferentes según cada zona, consigues:

  • Tratar varios problemas a la vez.
  • Ahorrar tiempo, ya que no tienes que esperar entre una mascarilla y otra.
  • Mejorar la eficacia, porque cada fórmula actúa justo donde la piel la necesita.
  • Convertir tu momento de cuidado facial en un mini spa creativo y relajante.

¿Para quién se recomienda?

En realidad, el multi-masking es para todo tipo de pieles. La clave está en elegir bien las mascarillas y no usar ingredientes que puedan irritar. Es especialmente útil para pieles mixtas y combinadas, donde hay zonas que necesitan matificar y otras que piden hidratación.

Si tienes piel seca, puedes combinar mascarillas nutritivas con otras que aporten luminosidad. Y si es grasa, mezclar purificantes con calmantes para evitar el efecto rebote. Incluso las pieles sensibles pueden beneficiarse usando fórmulas suaves y sin perfumes.

La mejor mascarilla para cada problema

Para combatir la grasa, los poros dilatados, los brillos o los brotes

Las mascarillas de arcilla (como la verde o la de caolín) y las purificantes con carbón activado son ideales. Ayudan a absorber el exceso de sebo, limpiar los poros y prevenir la aparición de granitos. Se suelen aplicar en la frente, nariz y barbilla: la famosa zona T.

Para combatir la sequedad y la piel apagada

Aquí entran en juego las mascarillas ricas en ácido hialurónico, glicerina o aceites nutritivos como el de jojoba o argán. Su función es rellenar la piel de hidratación y devolverle la elasticidad. Son perfectas para las mejillas o cualquier zona que sientas tirante.

Para combatir el tono y la textura desiguales de la piel

Las mascarillas con vitamina C, niacinamida o exfoliantes suaves como los ácidos láctico o mandélico ayudan a unificar el tono y suavizar la textura. Aplicarlas en zonas con manchas o rugosidades puede marcar la diferencia.

Para tratar los problemas del contorno de ojos

El contorno necesita un cuidado especial. Los parches con cafeína ayudan a descongestionar bolsas, mientras que los que incluyen colágeno o péptidos suavizan líneas de expresión. Siempre evita acercar mascarillas potentes o arcillas a esta zona, ya que la piel es mucho más fina y delicada.

Multimasking: Paso a paso

Paso 1: Preparar

Limpia bien el rostro con tu limpiador habitual para eliminar maquillaje, protector solar y suciedad. Una piel limpia mejora la absorción de los activos. Si quieres potenciar aún más el efecto, puedes hacer una exfoliación suave antes de empezar.

Paso 2: Aplicar

Con la piel seca, aplica cada mascarilla en su zona correspondiente. Usa una brocha facial o tus dedos limpios para evitar contaminar el producto. No tengas miedo de parecer un lienzo abstracto: aquí la idea es que cada color y textura cumpla su función.

Por ejemplo:

  • Arcilla en la frente y nariz.
  • Hidratante en mejillas y cuello.
  • Iluminadora en la barbilla y sienes.
  • Parches en el contorno de ojos.

Respeta los tiempos de cada producto (normalmente entre 10 y 20 minutos).

Paso 3: Retirar

Retira cada mascarilla siguiendo sus instrucciones: las de arcilla, con agua tibia y movimientos circulares suaves; las hidratantes o tipo “sleeping mask”, masajeando el exceso; los parches, simplemente despegándolos. Finaliza con tu sérum y crema habitual para sellar la hidratación.

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Preguntas frecuentes (FAQs)

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¿Qué es el multi-masking en el cuidado de la piel?

El multi-masking consiste en aplicar diferentes mascarillas faciales al mismo tiempo en distintas zonas del rostro, según las necesidades específicas de cada área (grasa, seca, apagada, sensible, etc.). Es una técnica personalizada que permite tratar varios problemas cutáneos de forma simultánea.

¿Cuántas veces por semana se puede hacer multi-masking?

Puedes practicar multi-masking 1 o 2 veces por semana, dependiendo de las necesidades de tu piel y los ingredientes de las mascarillas utilizadas.

¿El multi-masking es mejor que usar una sola mascarilla?

Sí, cuando tienes diferentes necesidades en el rostro, el multi-masking ofrece un enfoque más personalizado y efectivo que una sola mascarilla aplicada en toda la cara.

¿Qué errores evitar al hacer multi-masking?

Aplicar mascarillas en zonas inadecuadas, como arcilla cerca del contorno de ojos, puede irritar la piel. También es un error combinar ingredientes incompatibles (como ácidos y retinoides), dejar las mascarillas más tiempo del recomendado o no hidratar el rostro al finalizar el tratamiento.

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