Indice de contenidos
Si quieres someterte a un tratamiento de exfoliación para combatir los estragos del paso del tiempo, pero temes que pueda causar algún daño a tu piel, la opción de usar un exfoliante enzimático te va a interesar. Es una buena alternativa para utilizarse en las pieles más sensibles, ya que se tiene una fórmula mucho más respetuosa que con otras opciones.
¿Aún no sabes qué es o cómo usar un exfoliante enzimático? En este artículo vamos a despejar todas las dudas que tengas al respecto:
¿Qué es un exfoliante enzimático?
Un exfoliante enzimático es un producto que se utiliza para eliminar las células muertas de la piel y estimular la renovación de la misma. También resulta muy efectivo para las manchas y estilizar las líneas de expresión y para combatir los daños producidos por la radiación solar o las marcas que haya dejado el acné más agresivo.
Una de las características que definen este exfoliante de otros tipos es que no daña las células vivas, así que proporciona ayuda a la piel sin llegar a causarle ningún estrago. Mejora la textura y la elasticidad general, además de ser un buen remedio para limpiar los poros.
Podrás conocer con más detalle los usos del exfoliante enzimático en el siguiente apartado:
¿Para qué sirve un exfoliante enzimático?
Renovación de las células
Las células se van acumulando en las células de la piel conforme envejecemos. Hay otros factores que aceleran esta acumulación, como el uso de productos cosméticos no adecuados con tu tipo de piel, la exposición prolongada a los rayos del sol sin protección, los cambios bruscos de temperatura, entre otros.
Llega un momento en el que la piel no puede eliminar las células muertas por sí misma, por lo que se van acumulando. El exfoliante químico disuelve el pegamento existente entre ellas, para que se pueda eliminar con mayor facilidad.
Al estimular la regeneración celular, se termina revelando una piel mucho más fresca y radiante.
Mejora la textura
Conforme se van eliminando las células muertas, las nuevas irán proliferando y suavizando la piel. Se reducirá la apariencia de poros y de zonas irregulares, dando forma a una textura mucho más uniforme y juvenil.
Este cambio también ayuda a la aplicación de productos cosméticos posteriores (por ejemplo, maquillaje). Se podrá conseguir una base más uniforme y duradera.
Mejora el brillo natural
Una vez que sepas cómo usar un exfoliante enzimático de la forma correcta, podrás comprobar que sus ingredientes penetran con suavidad en la piel, eliminando las impurezas incrustadas. Este proceso tiene un efecto directo en la capacidad de la dermis para reflejar la luz, consiguiendo un brillo natural y saludable.
Las células más jóvenes estarán cerca de la superficie, así que la piel se presentará con un aspecto mucho más fresco.
Estimula la circulación
La acción del exfoliante enzimático también contribuye a mejorar la circulación de la sangre en la piel. Así se consigue una apariencia más sana y una piel más uniforme.
Acción suave, pero efectiva
A diferencia de otros tipos de exfoliantes (como los físicos), los enzimáticos no tienen partículas abrasivas.
Funcionan disolviendo las células muertas de la piel sin causar problemas en la misma, por lo que contribuyen a evitar irritaciones y otros trastornos.
¿Cómo usar un exfoliante enzimático?
Si ya te has convencido de usar este tipo de producto sobre tu piel, aquí tienes los pasos que debes seguir:
#1. Limpieza inicial
Es importante que el rostro esté limpio y seco. Para eso, aplica un limpiador suave con el objetivo de evitar cualquier resto de suciedad, maquillaje o residuo que no debiese estar ahí.
Aclara con abundante agua libia y da pequeños golpes con una toalla para secarlo.
#2. Aplicación del producto
Sigue las instrucciones del fabricante y utiliza la cantidad adecuada del exfoliante enzimático sobre tu piel. Aplica siempre usando movimientos circulares para conseguir una mejor penetración en la piel.
Ten en cuenta cualquier recomendación y evita la zona sensible alrededor de los ojos.
#3. Deja que actúe
Un exfoliante enzimático se suele dejar actuar entre 5-10 minutos, pero dependerá de cada producto. Este tiempo es muy importante, ya que será entonces cuando las enzimas trabajarán para disolver los elementos que mantienen unidas a las células muertas.
#4. Enjuagado
Cuando haya pasado el tiempo para que haga efecto el producto, aclara con agua tibia.
Debes eliminar cualquier resto de producto para evitar irritaciones posteriores.
#5. Hidratación final
Una vez hayas terminado con la exfoliación enzimática, es el momento de usar un producto de hidratación. Una crema hidratante o un suero servirán para calmar la piel.
¿Para qué tipo de piel se recomiendan los exfoliantes enzimáticos?
Están recomendados para personas con piel sensible o propensa a la irritación debido a que tienen un efecto suave.
También son una buena opción para quienes tengan una piel seca o madura, ya que contribuyen a eliminar las células opacas y mejorar la absorción de los próximos productos cosméticos que se puedan aplicar.
En este artículo has aprendido cómo usar un exfoliante enzimático y sacarle el máximo partido. Es el momento de elegir el que más se adapte a tus necesidades y darle a tu piel la ayuda que necesita.
Más artículos relacionados
↓ ↓ ↓ ↓ ↓
Preguntas frecuentes (FAQs)
↓ ↓ ↓ ↓ ↓
¿Qué es un exfoliante enzimático y cómo funciona?
Un exfoliante enzimático es un producto que ayuda a eliminar células muertas de la piel y estimula su renovación. A diferencia de otros exfoliantes, no daña las células vivas, proporcionando mejoras en textura, elasticidad y limpieza de los poros.
¿Cuáles son los beneficios de usar un exfoliante enzimático?
Los beneficios incluyen la renovación celular, mejora de la textura, aumento del brillo natural, estimulación de la circulación, y una acción suave pero efectiva sin partículas abrasivas.
¿Cuánto tiempo se debe dejar actuar un exfoliante enzimático?
El tiempo de acción varía, pero generalmente se recomienda entre 5-10 minutos. Es crucial seguir las indicaciones del producto para obtener los mejores resultados.