Skin Picking: cómo usar tu rutina de belleza para calmar la piel y la mente

Si alguna vez te has descubierto frente al espejo pellizcando un granito o retirando una pequeña piel seca, tranquila, no estás sola. Ese gesto tan común, conocido como skin picking, se ha convertido en tema de conversación en redes sociales y, aunque parezca inofensivo, puede tener más impacto del que imaginas.

Con la opinión experta de:
M. Paz Pellús García
M. Paz Pellús
M. Paz Pellús

Farmacéutica

Strategic Consultant & Regulatory Advisor

M. Paz Pellús García

M. Paz Pellús García

Qué es el skin picking (y por qué no puedes dejar de hacerlo)

“El skin picking es el hábito de manipular o pellizcar la piel: retirar pieles sueltas, tocar imperfecciones o ‘rascar’ granitos. En su versión clínica se llama dermatilomanía, pero hoy el término se usa también para ese gesto más suave y cotidiano que hacemos frente al espejo sin darnos cuenta”, explica la farmacéutica M. Paz Pellús, experta en dermofarmacia y portavoz de Druni.

A menudo no se trata de una cuestión estética, sino emocional. La especialista explica que este comportamiento está vinculado con la ansiedad, el perfeccionismo o la necesidad de control.

“Porque TikTok e Instagram lo han convertido en un tema popular: desde cuentas de dermatología hasta vídeos ASMR que muestran rutinas de extracción o limpieza profunda”, comenta. Ese contenido aparentemente “terapéutico” ha hecho que muchas personas normalicen un gesto que, aunque liberador a corto plazo, puede ser perjudicial para la piel.

Por qué engancha tanto (y qué pasa en la piel cuando lo haces)

A diferencia de lo que muchos piensan, este hábito no aporta ningún beneficio físico. “Beneficios físicos, ninguno. La piel no gana nada cuando la manipulamos. Pero sí hay un ‘beneficio’ emocional a corto plazo: como es un gesto repetitivo, da una falsa sensación de control o alivio. Por eso engancha tanto”, añade la farmacéutica M.Paz Pellús.

Ese “descanso mental” inmediato se convierte en un círculo vicioso: cada vez que sientes ansiedad o frustración, tu cerebro recuerda que pellizcar la piel te calmó durante unos segundos. Pero el resultado real es justo el contrario. La piel se inflama, aparecen heridas, marcas y pequeñas infecciones que alteran su barrera natural. Con el tiempo, este comportamiento puede derivar en una verdadera dermatilomanía, un trastorno que requiere acompañamiento psicológico y dermatológico.

La rutina de belleza como herramienta de autocuidado

Aunque lo ideal es evitar cualquier manipulación manual, crear una rutina de cuidado calmante y sensorial puede ayudarte a reconducir ese impulso. Aplicar una crema, realizar un masaje facial o utilizar productos con texturas agradables canaliza la necesidad de “tocar la piel” hacia un gesto más consciente y beneficioso.

Según la farmacéutica, lo importante es cambiar la motivación: dejar de centrarse en “arreglar” la piel y enfocarse en cuidarla con cariño. Una rutina sencilla que incluya limpieza suave, hidratación reparadora y activos calmantes (como niacinamida, centella asiática o pantenol) puede marcar la diferencia. Además, mantener las manos ocupadas —por ejemplo, aplicando el producto con movimientos lentos y circulares— sustituye el hábito de pellizcar por un ritual relajante.

Qué hacer si no puedes evitarlo

“La manipulación de los granitos nunca suele traer nada bueno. Más allá de un ‘bienestar mental’ por no soportar tener en el rostro cualquier imperfección, los resultados cuando se realiza en casa no suelen ser buenos. Acudir a profesionales que nos pauten rutinas adecuadas es la mejor opción”, recuerda la experta.

Un dermatólogo o una esteticista pueden realizar extracciones seguras y recomendar fórmulas que aceleren la cicatrización y reduzcan la inflamación. Además, en casos de dermatilomanía persistente, puede ser necesario un abordaje psicológico para aprender a gestionar el impulso y trabajar el origen emocional del gesto.

Pequeños trucos que ayudan con el skin picking

  • Evita los espejos aumentados. Cuanto más cerca mires tu piel, más imperfecciones creerás ver.
  • Mantén las manos ocupadas. Aplicar un bálsamo de manos, teclear o jugar con una pelota antiestrés puede ayudarte a redirigir la atención.
  • Apaga el teléfono. Si los vídeos de extracciones te resultan hipnóticos, aléjate de ese tipo de contenido.
  • Transforma el momento en un ritual. Dedica unos minutos a aplicar tu rutina facial con calma, respirando profundamente y concentrándote en las sensaciones.

La piel también necesita compasión

El skin picking no es solo un gesto físico, es una forma de expresar emociones a través de la piel. Por eso, más allá de las cremas o los tratamientos, el reto está en cambiar la relación con tu rostro. Observarlo sin juicio, aceptar que las imperfecciones forman parte de la vida y recordar que la belleza también está en la calma.

Cuidarte no es solo reparar, sino reconciliarte con tu piel. Y si ese impulso de pellizcar aparece otra vez, recuerda las palabras de la experta: la piel no gana nada con la manipulación, pero tú sí puedes ganar mucho cuando eliges tratarla —y tratarte— con paciencia, constancia y cariño.

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Preguntas frecuentes (FAQs)

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¿Qué es el skin picking?

Es el hábito de manipular o pellizcar la piel, como retirar pieles sueltas o tocar imperfecciones.

¿Por qué engancha el skin picking?

Engancha por el ‘beneficio’ emocional a corto plazo de control o alivio que proporciona.

¿Cómo puedo evitar el skin picking?

Crea una rutina de cuidado calmante y sensorial, mantén las manos ocupadas y evita los espejos aumentados.

¿Qué hacer si no puedo evitar el skin picking?

Acudir a profesionales como dermatólogos o esteticistas para extracciones seguras y tratamiento adecuado.

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