¿Qué es y para qué sirve el ácido glicólico?

Ácido Glicolico

El ácido glicólico es uno de los ingredientes más populares y beneficiosos en el cuidado de la piel, especialmente en productos destinados a exfoliar, iluminar y renovar el rostro, consiguiendo transformar la apariencia y la textura del cutis.

Reconocido por sus potentes propiedades exfoliantes y rejuvenecedoras, si has oído hablar de los ácidos exfoliantes o del famoso efecto «glow» que muchos productos prometen, es muy probable que el ácido glicólico esté detrás de esos resultados.

Pero ¿sabes qué es el ácido glicólico, para qué sirve y cuáles son sus beneficios reales? Sigue leyendo porque te contamos todo lo que necesitas saber para que puedas incluirlo correctamente en tu rutina de belleza y aprovechar todos sus beneficios.

¿Qué es el ácido glicólico?

¿Qué es el ácido glicólico?

El ácido glicólico es un alfa-hidroxiácido (AHA) de origen natural que se extrae principalmente de la caña de azúcar, aunque también puede encontrarse en otras frutas y vegetales, como la remolacha. Es conocido por tener la molécula más pequeña dentro de los AHA, lo que le permite penetrar fácilmente en la piel y actuar en capas más profundas, siendo uno de los más potentes para la exfoliación.

Tiene la función principal de exfoliar químicamente, es decir, disolver las uniones entre las células muertas de la capa más externa de la piel para favorecer su eliminación. Este proceso permite que la piel se renueve, mejore su textura y tenga un aspecto más uniforme y luminoso.

En cosmética, se utiliza en diferentes concentraciones según el tipo de producto y la necesidad de la piel. En tratamientos domiciliarios suele encontrarse entre el 4 % y el 10 %, mientras que en tratamientos profesionales puede llegar hasta el 70 %, siempre bajo supervisión dermatológica o estética.

¿Para qué sirve el ácido glicólico?

Industria cosmética

Gracias a su capacidad exfoliante y otras propiedades, el ácido glicólico tiene múltiples usos en cosmética y dermatología. Su poder exfoliante no solo mejora el aspecto general de la piel, sino que también ayuda a tratar distintas afecciones de la piel.

Exfoliación superficial:

Al disolver las uniones entre las células muertas, el ácido glicólico elimina suavemente la capa superior de piel opaca y áspera. Esto se traduce en una piel más lisa, uniforme y con un tono más brillante.

Mejora de la textura de la piel:

La exfoliación regular con ácido glicólico puede suavizar la textura de la piel, reducir la apariencia de pequeñas arrugas y líneas de expresión, y minimizar la sensación de aspereza.

Estimulación de la renovación celular:

Al eliminar las células muertas, el ácido glicólico estimula la producción de nuevas células cutáneas. Este proceso de renovación celular contribuye a una piel más joven y saludable.

Reducción de la hiperpigmentación:

El ácido glicólico puede ayudar a desvanecer las manchas oscuras, las marcas de acné y otras formas de hiperpigmentación al eliminar las células pigmentadas de la superficie de la piel.

Aumento de la hidratación:

Aunque pueda sonar contradictorio para un exfoliante, el ácido glicólico puede mejorar la capacidad de la piel para retener la humedad a largo plazo, al promover una barrera cutánea más saludable.

Preparación de la piel para otros productos:

Al eliminar la capa de células muertas, el ácido glicólico facilita la absorción de otros productos para el cuidado de la piel, como sérums y cremas hidratantes, potenciando su eficacia.

¿Ácido glicólico y AHA es lo mismo?

No exactamente, aunque están estrechamente relacionados. El ácido glicólico es uno de los varios tipos de AHA que existen, como el ácido láctico, el ácido mandélico o el ácido cítrico. Todos pertenecen a la familia de los alfa-hidroxiácidos y tienen una función exfoliante, pero cada uno tiene propiedades y niveles de penetración diferentes.

El ácido glicólico, por su tamaño molecular pequeño, es el más potente y el que más profundamente penetra en la piel. Por eso es muy efectivo, pero también requiere un uso cuidadoso, sobre todo en pieles sensibles. Si estás buscando un AHA con acción más suave, podrías valorar el uso del ácido láctico o el mandélico.

Principales beneficios del ácido glicólico para la piel

A modo resumen, estos son los principales beneficios del ácido glicólico, todos ellos respaldados por años de uso tanto en cosmética como en dermatología:

  • Exfolia suave y eficazmente la superficie de la piel.
  • Mejora la textura, la luminosidad y el tono de la piel.
  • Ayuda a reducir la apariencia de líneas finas y arrugas.
  • Disminuye la hiperpigmentación y las manchas oscuras.
  • Estimula la renovación celular para una piel más joven.
  • Puede aumentar la hidratación a largo plazo.
  • Prepara la piel para una mejor absorción de otros productos.

Aunque estos beneficios son muy atractivos y lo convierten en un ingrediente ideal si buscas una piel más suave, luminosa y rejuvenecida, es importante recordar que el uso del ácido glicólico debe hacerse de manera gradual y responsable para evitar posibles efectos secundarios como enrojecimiento o descamación.

¿Cómo usar el ácido glicólico en tu rutina?

Dado que es un ingrediente activo muy potente, es importante introducirlo poco a poco en tu rutina de cuidado facial, prestando atención a cómo responde tu piel.

Posee acción antiarrugas

Elige la concentración adecuada:

Los productos con ácido glicólico varían en concentración, desde limpiadores con bajas concentraciones hasta peelings más potentes. Si eres nuevo en el uso de AHAs, comienza con concentraciones bajas (por ejemplo, 5-10%) presentes en tónicos, sérums o cremas.

Comienza gradualmente:

Introduce el ácido glicólico en tu rutina de forma progresiva. Empieza utilizándolo una o dos veces por semana, preferiblemente por la noche. Observa cómo reacciona tu piel durante unos días.

Aumenta la frecuencia si tu piel lo tolera:

Si no experimentas irritación significativa, puedes aumentar gradualmente la frecuencia de uso hasta tres o cuatro veces por semana o incluso diariamente, según la tolerancia de tu piel y la concentración del producto.

Aplica sobre la piel limpia y seca:

Para una mejor eficacia, aplica el producto con ácido glicólico sobre la piel limpia y completamente seca. Evita el contacto con los ojos y los labios.

Sigue con una crema hidratante:

Después de aplicar el ácido glicólico, es fundamental utilizar una crema hidratante para ayudar a mantener la barrera cutánea y prevenir la sequedad o irritación.

Ten precaución al combinar con otros activos:

Si utilizas otros ingredientes activos como retinoides o vitamina C, considera alternar su aplicación con el ácido glicólico para evitar una posible irritación. No los apliques simultáneamente en la misma rutina a menos que tu piel esté acostumbrada y lo tolere bien.

Protege tu piel del sol:

El ácido glicólico aumenta la sensibilidad de la piel a la radiación UV. Es imprescindible utilizar un protector solar de amplio espectro con un SPF alto (30 o superior) todos los días, incluso en días nublados, para prevenir quemaduras solares y el daño a largo plazo.

Presta atención a las señales de tu piel:

Si experimentas enrojecimiento, ardor, picazón o descamación excesiva, reduce la frecuencia de uso o suspende temporalmente el producto. Consulta a un dermatólogo si la irritación persiste.

En conclusión, el ácido glicólico puede ser un aliado excepcional para lograr una piel más suave, luminosa y con un aspecto mucho más joven. Si lo introduces en tu rutina poco a poco, de forma cuidadosa y con la protección solar adecuada, podrás disfrutar de sus múltiples beneficios.

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